Capítulo 11

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— Ya compraste el arnés, ¿no?

Byul se sonrojó y asintió mientras se acostaba en la cama. Con un rápido tirón puso a Yongsun encima de ella. El delicioso peso de su mejor amiga nunca dejaba de excitarla. Clavando las uñas en la curva del cuello de Yongsun, tomó el labio inferior y lo estiró con los dientes. Se agachó y ahuecó el bulto en los pantalones cortos de la mayor, el gemido que se le escapó fue electrizante. Miró la forma en que los labios de Yongsun formaban un puchero mientras respiraba con dificultad.

— ¿Por qué ya estás tan necesitada, Sunnie? — bromeó.

— Yah, deja de jugar — Yongsun gimoteó, su voz temblando.

Entonces la mano de Byul se deslizó dentro de su ropa interior y envolvió la longitud suave y erecta de la castaña. Bombeó la polla de Yongsun con una sonrisa encantadora, sin embargo, al poco tiempo invirtió sus posiciones. Se quitó la ropa, y una vez que ambas estuvieron completamente expuestas, Byul se apartó.

— De rodillas — ordenó con voz agitada.

El tono que usó Byul hizo que todo su cuerpo obedeciera. Con los codos contra la cama y las rodillas manteniendo la mitad inferior de su cuerpo apoyada. La rubia gimió al ver tan excitante escena.

Byul alcanzó lubricante y lo destapó. Derramándolo sobre sus dedos y el trasero de la mujer mayor. La contraria gimió y agarró las sábanas, empujando su cuerpo hacia atrás. Byul volvió a aplicar más lubricante y retorció su dedo dentro del agujero de Yong.

— Muy apretado — Byul besó toda la espalda baja de Yongsun y deslizó otro dedo.

Yongsun sintió estar en el cielo.

— Te encanta que te estire, ¿no es así, Sunnie? — la mencionada asintió con la cabeza, una sonrisa adornando sus labios. — Tu trasero se siente tan bien alrededor de mis dedos.

Un grito salió de Yongsun cuando la mano de libre de Byul empezó a acariciar su eje con fuerza, sin dejar de mover sus dedos dentro de ella.

— ¡Byulie! — gritó la castaña por la cantidad excesiva de estimulación.

Con los dedos de la mujer más joven deslizándose dentro y fuera de su trasero ahora estirado, y su otra mano masturbándola, Yongsun estaba segura de que se correría.

— ¿Crees que estás lista para tomar mi polla? — Byul preguntó antes de detener todos los cuidados.

Yongsun se estremeció con ojos dilatados y asintió.

— Déjame verlo.

Saltando de la cama, Byul se dirigió a su no tan pequeño bolso y sacó una caja negra. De él extrajo un arnés rosa traslúcido.

— ¿Te gusta? — Byul sonrió y acarició la polla falsa que sobresalía entre sus piernas.

Sin esperar respuesta, volvió a la cama y tiró de Yongsun por las caderas, girándola para que ahora estuviera boca arriba.

— ¿Estás lista para que te follen, Sunnie? — Byul dijo rozando sus labios contra los de Yongsun ligeramente.

— Sí — Yongsun agarró su fiel peluche de conejo de color púrpura que Byul le había regalado hace un año y separó las piernas.

Byul untó lubricante por todo el consolador para después colocar la cabeza contra la entrada y empujar. Se mordió el labio y enfocó sus ojos en el trasero de Yongsun, y cómo se estiraba para acomodar la polla rosada que deslizó dentro de ella, centímetro a centímetro.

— Joder, esto es tan caliente — Byul gimió, saliendo por completo antes de empujar hacia adentro de Yongsun hasta que el arnés rozó sus muslos.

Yongsun gimió y se sacudió, intentando autocomplacerse. Byul agarró su muñeca y negó.

Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora