Capítulo 18

358 67 20
                                    

Dahee tiene un plan.

Un plan meticulosamente pensado gracias a la infinidad de dramas que ha visto a lo largo de estos años. No desea comparar una serie con la vida real, sin embargo, luego de pensarlo por unas horas, llegó a la conclusión que no estaría mal traer un poco de emoción a su tranquila realidad. Sí, tal vez, recibiría un par de regaños por parte de Byul, pero los aceptará con ansias con tal de obtener su ansiada dosis de angustia dramática.

Por lo mismo, después de haberse encontrado a Yongsun aquella tarde en el parque y haber descubierto que la castaña ahora era dueña de su propia floristería, no dudo ningún segundo en hacer algo al respecto. Claro, siendo la pequeña Wheein su única y más importante cómplice.

Debía actuar diligencia, cavilar en las cuartadas en caso Byul sospechara o la descubriera con las manos en la masa.

Dahee debía ser cuidadosa. Así que una semana después, hizo hasta lo imposible para acabar los pendientes de su trabajo con anticipación para luego tomar en brazos a Wheein y salir con ella de su apartamento cuando el reloj marcaba apenas las diez de la mañana.

[...]

Todo va según lo planeado.

Una sonrisa se apodera de los labios de Dahee al ver que está a solo unos pasos de distancia de la floristería de Yongsun. Aún no lo puede creer. Literalmente se encuentra de pie frente a la tienda de la mujer que ha estado buscando por meses.

Kim Yongsun, alias «Madre fugitiva».

Desde fuera el lugar se ve como cualquier floristería de la zona, fachada pintada de un color atractivo y grandes ventanales que dejan a la vista diversas flores. Dahee lo reconoce, Yongsun tiene buen gusto para la decoración. Mira por última vez a Wheein, quien se entretiene jugando con Ggomo en su carriola antes de finalmente empujar la puerta de la tienda y entrar.

«Wow, esto es en verdad hermoso», piensa ella mientras observa la decoración campestre que llena el lugar.

Dahee deja su adoración de lado, y se centra en buscar con la mirada a Yongsun o siquiera un trabajador por toda la tienda, mientras lleva consigo a una curiosa Wheein que no deja de estirar sus manitos queriendo alcanzar una de las coloridas flores que la rodean. No obstante, la tarea se le hace fácil cuando localiza una figura femenina asomarse en el mostrador.

—Bienvenido a Solar... — la voz de Yongsun se corta, ni bien sus ojos se encuentran con los de ella. Dahee finge estar sorprendida y esboza una sonrisa amable para luego avanzar y detenerse frente al mostrador.

—¡Yongsun! Qué casualidad haberte encontrado aquí.

—Dahee... — la nombrada nota la incomodidad en el tono de Yongsun, pero lo ignora —. ¿Cómo has estado?

—Bien, solo un poco ocupada con el trabajo. ¿Y tú? Por lo que veo, conseguiste un nuevo trabajo.

—Oh, no. La floristería es mía, hace tan solo un par meses conseguí abrirla.

«Lo sé»

—Entonces, felicidades — Dahee dice sonriente a la par que da unos pequeños aplausos. Yongsun esfuerza una sonrisa y agradece gentil el gesto.

—¿Y como está... — la voz de Yongsun se corta ligeramente, parece un poco avergonzada. Dahee resiste el impulso de soltar una risa sabiendo por quién va a preguntar, pero de igual forma se mantiene expectante.

Sin embargo, las palabras de la castaña se quedan en el aire cuando sus ojos bajan y se detienen sobre la carriola. Yongsun mira absorta el rostro adorable de la bebé por unos segundos antes de enderezarse y volver a mirar a Dahee.

—¿E-Es tu hija? — Yongsun murmura, lanzando una última mirada a Wheein.

«Dahee, no la tortures demasiado», se regaña a sí misma al ver como el semblante de Yongsun ha cambiado.

—¿Esta pequeña de aquí? No, no es mi hija — responde con tranquilidad. Los hombros de Yongsun se relajan y una sonrisa se extiende en sus labios —. Es mi sobrina, por así decirlo.

Dahee aprovecha el interés de la contraria y carga a Wheein en brazos. Y tal como esperaba, Yongsun de inmediato abandona su puesto detrás del mostrador y se acerca a ella, sin embargo, Wheein frunce las cejas ante la cercanía de la mujer extraña y se esconde rápido en el pecho de Dahee.

—Tranquila, en ocasiones suele actuar así — dice dando suaves caricias en la espalda de la pequeña. El rostro de Yongsun se relaja —. Solo necesita tiempo, no le agradan las personas desconocidas.

—No te preocupes, creo que no debí ser tan entusiasta — Yongsun sonríe, pero esta vez sí es una sonrisa verdadera —. Después de todo, no soy tan buena con los niños.

«Santo cielo, Yongsun. Literalmente eres el perfecto cliché de madre primeriza»

Dahee lucha un poco, pero luego de un par de intentos logra por fin que Wheein deje de esconderse. Yongsun se ilumina ligeramente.

—Es muy linda — dice mientras saluda a la pequeña quien aún la sigue mirando con recelo —. ¿Cómo se llama?

—Wheein. Moon Wheein.

—Hola, Whee- — Yongsun se detiene en seco —. D-Dijiste que no era tu hija...

—No lo es.

—Mientes.

—No, no lo hago.

—Dahee, no tengo tiempo para tus bromas. Sé que nunca te agradé, pero jamás pensé que serías capaz de venir a mi trabajo y utilizar a tu hija para... No sé qué tramas, pero será mejor que detengas tu mofa de una vez por todas – dice Yongsun, su voz llena de molestia —. Por favor, Dahee. Si no vas a comprar ningún arreglo de flores, retírate de mi tienda.

Casi como de un reflejo se tratara, Dahee retrocede un paso, totalmente intimidada de la voz demandante de la mujer de apariencia pacífica y dulce. Nunca antes había visto este lado de Yongsun. ¿Qué demonios le hizo Byul?

—Yongsun, no era mi intensión alterarte – Dahee carraspea —. Yo solo quería hablar contigo sobre algo importante.

—No estoy alterada — aclara Yongsun entre dientes, cruzándose de brazos —. Entonces, dime. ¿Qué es tan importante para que tengas que venir a decírmelo cara a cara?

—Bueno, esto tiene que ver con Byul...

—Suficiente — interrumpe Yongsun —. No me interesa saber sobre Byul.

Dahee rueda los ojos, cansada de lo testadura que puede llegar a ser la mujer frente a ella.

—Esto es importante, Yongsun.

—Importante o no, no quiero oírlo. Ahora, sal de mi tienda.

—No pienso irme hasta que me escuches — dice Dahee tajante, pero luego un nudo se forma en su garganta cuando nota que los ojos de Yongsun ya han perdido todo rastro de calma —. Mira, Yongsun. No quiero discutir, pero necesitas saber que...

—Vete de mi tienda, Dahee.

—Yongsun, escúchame.

—¿Qué es lo que quieres? — Yongsun espeta, enojada.

—Wheein es tu hija.

El silencio invade la habitación.

🍒_-°-_-°-_-°-_-°-_-°-_-°-_-°-_-°-_🍒

No se olviden de votar ⭐✨

Bueno, banda. Antes que me funen y me tiren tomates, quiero decir que me desaparecí porque me dio covid y estuve casi todo el tiempo en cama. Su escritora adolescente casi se les va, pero como dice el dicho: "Hierba mala nunca muere".

Bueno, nos vemos en la siguiente actualización. Cuídense tanto mental como físicamente.

Un beso en el dedo meñique, chau.

Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora