Día 3. 1:35 pm a 2:10 pm.

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Frente a la pantalla pasaron varias imágenes, pero tuve que concentrar mi atención a las obras. Realmente no era muy difícil, la manera de escribir de @YZJYZJZ era muy buena, tenía experiencia, la sentía sabía. En un momento una frase me llamó la atención: "Probablemente creas que soy mala, y debería decirte que maldad es mi segundo nombre, pero te mentira. Maldad no es mi segundo nombre, es mi primer y único nombre". Era intenso, fuerte y no era parte de una de sus novelas, sino que era parte de uno de las hojas de su "diario", lo cual era más una zona de apuntes extraños. Seguí avanzando, y había una fecha en una de las hojas; 5 de octubre de 1993. ¿Sería su fecha de nacimiento?

-¿Qué has visto fa?

-Un raro apunte y una fecha, probablemente la fecha de su nacimiento.

-Sé que has escuchado todo esto.

-Sí, y creo que la única declaración que nos puede servir es la del...

-Padre de Kylie.

-Sí.

-Él asegura que su hija era muy popular, pero que tenía un grupo de amigos selectos.

-Hay que buscar a esos jóvenes.

Castle miró hacia el reloj, se veía preocupado. Sus frondosas cejas se arqueaban por la intriga o el desacuerdo, mientras que sus ojos mostraban que se perdía. -El tiempo está corriendo.

-Sí... -Declaré.

De repente Mabel entró a la oficina y se disculpó por la interrupción. -Encontré algunas cosas más sobre los horarios de las jóvenes, y fa -Levanté la mirada de una de las novelas y vi a Mabel- Hay personas preguntando por ti.

Me levanté y salí de la oficina, caminé hacia la pasada, Brucks había salido a buscar a los próximos en ser interrogados y por misma razón la oficina estaba sola. Salí y vi a quienes menos esperaba.

-Mica, Alberto, Raiza y los Sebas. ¿Qué haces aquí?

-¿Qué sucede Fa? -El primero en hablar fue Alberto- ¿Qué haces tú aquí?

Miré hacia los lados y me acerqué a ellos, debía decir que hacia para que pudieran ir tranquilos. -Estoy ayudando en la investigación. -Susurré- En realidad, debería volver, no tengo mucho tiempo.

-Te ayudamos. -Dejo sí más el traga libros, Sebastián el argentino.

El otro Sebas y Mica se acercaron, una manera de asegurar que estaban de acuerdo con él. Pero Alberto y Raiza se mantuvieron en su mismo sitio.

-Fa, Alberto y yo tenemos algo que hacer.

-Adiós, nos vemos pronto.

Observé como Raiza y Alberto se alejaban, el par de tórtolos cada ves más lejos. Miré a los demás y se veían serios.

-No creo que puedan quedarse.

-No creo que es decisión tuya. -Dijo Sebastián el español luciendo algo irreverente, después de todo sonrió.

-Fa, quiero que el viaje continúe y sí eso involucra ayudarte en los casos, te ayudaremos en los casos. -El otro Sebas siguió hablando.

-Sí, -Finalmente Mica- quiero que este viaje del sueño continúe.

Sonreí. -No sé como decirle a Axel que ustedes quieren ayudar.

-No creo conveniente que ellos estén aquí, -La voz de Castle se escuchó detrás de mí- pero si son tan listo como fa, quédense.

No creía la reacción de Castle, pensé que le incomodaría que 3 jóvenes más estuvieran rondando su oficina. ¿Habrá visto en nosotros a él hace unos años? Lo más probable. Todos entramos a la oficina, Mabel ya estaba sentada frente a su computadora y Axel leía unas hojas impresas y escribía los horarios de las jóvenes.

-Fa, ¿Terminaste de leer las novelas?

-Sólo falta una.

Castle miró hacia nosotros. -Tú -Señaló a el coleccionista, Sebastián el español- tienes cara de que lees muy rápido, tú vas a leer la novela que falta. -Axel miró a los demás y colocó su mano a la boca por un segundo- Tú, otra chica de pelo colorido.

-Me puede llamar Mica.

-¿Eres argentina?

-Sí.

-A pues te vas a llevar bien con Mabel, ella ama Argentina.

Mabel miró a Castle con cara juguetona, Mica miró hacia ella y Mabel sonrió.

-¿Y tú eres?

-Me llamo Sebastián, bueno el otro chico que mandó a leer es mi tocayo.

-Hay dos Sebastianes aquí, eso me dificulta las cosas. Te llamaré receptor, necesito que organices esta pizarra conmigo, dos cabezas piensan mejor que una.

Sebastián sonrió, era como exactamente lo que quería hacer y eso me hacia creer que este síndrome Holmes no lo tengo sólo yo. No era la única que se creía Shelock. Elementalmente, cada uno de dividió a su sector, antes de seguir con lo mío, escuché a Mica y Mabel.

-Hola pequeña, siéntate. ¿Quieres ser investigadora algún día o Haker como yo?

-Realmente quiero estudiar medicina, pero tu trabajo es interesante.

-Oh...

-¿Qué es lo que más te gusta de Argentina?

Mabel dejo de ver la computadora y miró hacia Mica con una sonrisa casi risa. -Nunca he ido a Argentina, Axel sólo lo dijo para acomodarte.

-Oh...

-Quiero que leas unos archivos por mí.

Castle y yo miramos las pizarras fijo. Mabel había elaborado un horario de acuerdo a las coartadas anteriormente suministradas. El día del secuestro de Mari Ann, ella iba a asistir a una conferencia en la biblioteca central, pero nadie la vio entrar a la biblioteca, la reunión era a las 4:00 PM. Pero Mari Ann nunca apareció. Los padres de Mari aseguran que ella salió de su casa a las 2:00 PM para primero pasar por su escuela.

-Tengo una idea, -Dijo Sebastián el argentino- ya que aquí dice que ella es muy activa en el internet, busquen esa fecha en sus redes sociales.

-Muy bien pensado, -Axel sonrió- ¡Mabel! ¿Escuchaste?

-Publicó 26 tweets, pero eso no es lo importante, se publicó una foto en instagram donde está etiquetada. No sólo eso, quién público la foto fue Janne y fija que mensaje tiene en la foto.

-Nuestra nueva víctima, lamentablemente no quiere ver esta foto. -Leí y miré a Axel con sorpresa.

-Janne...

-Las listas tienen 6 categorías; la víctima, la débil, la ladrona, la mentirosa, la marioneta y yo, la asesina. -Leyó Sebastián el español en voz alta.

Tomé asiento.

-No Orozco, levántese, irá conmigo a hablar con los amigos de Kylie. -Me levanté de golpe y fue cuando Castle vio a Max pasar frente a la oficina- Espera aquí, debo hablar con el oficial.

Me mantuve de pie, y espere en tranquilidad. Sebastián el argentino organizaba cosas en la pizarra, tan cómodo, parecía niño jugando con bloques. Mientras que Sebas el español escribía notas sobre lo que había leído. Mica revisaba cosas con Mabel, y hablaban sobre los zapatos que ambas llevaban. Sebastián llamó al otro para revisar algo en la pizarra, los imaginé a ambos con ropa de policía y con sus placas. Luego los vi a ambos como esos personajes de ese libro que siempre menciono, sí, elemental. Luego vi como Mica miraba con ojitos lindos a uno de los Sebastianes, me quedó claro que era a Sebas el español, ya que lleva desde que empezamos el viaje. Mica llegaba al punto de ser tierna y sonrojada, es una chica muy dulce.

-Fa, ¿Lista para tu nueva misión?

-Supongo.

-Ven.

Síndrome Fa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora