Día 3. 9:35 pm - 11:40 pm.

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-A sus casas. -Castle miró hacia nosotros con una gran sobre carga de dolor.

Nos otorgó a cada uno una hoja, la caja se la llevaría Castle junto con su hoja. Todos teníamos cara de sepulcro, la atmósfera de volvió tan densa, este es uno de los momentos más difíciles de narrar, duele que apenas sea el inicio.

-Eso es todo...

Adolf movió sus labios rompiendo el silencio, todo ojo, hasta el de las paredes, miró hacía él.

-¿Acaso oyeron como suenan sus sollozos? -Estaba cabizbajo mientras hablaba, nadie lo interrumpió-, ¿Acaso... Acaso soy el único que muere cada vez que pienso en lo que le estén haciendo? -Hablaba bajo, buscando organizar la información- ¡¿Soy el único que nota que es Magie?! ¡Todo está sobre la maldita mesa!.

Castle fue el único que se atrevió a caminar hacia Adolf mientras gritaba, todos sólo observábamos. Adolf se destruía en pesados, cristales, cristales, todo Adolf se quebraba.

-¡No entiendo!, ¡¿No les duele?!, -Castle quedó cara a cara con Adolf y Adolf se desgarró en llanto, Castle lo abrazó- Quiero verla otra vez.

-Ella estará aquí, -Castle miró el reloj- ella estará en mi lugar mañana.

Adolf se soltó y secó su cara, se alejó un poco y entró su hoja de papel a la mochila que llevaba.

-Adolf, yo te llevaré. -Adolf miró a Castle muy fijo y muy serio, pero luego semi-sonrió.

-Gracias.

Salimos todos, nadie de quedó, más

bien nos llevamos cosas del lugar. Sebastián, el receptor, se llevó la pizarra. Mica se llevó alguno códigos de hackeo, a escondidas de Mabel, o eso creyó. Cada uno se llevó su hoja.

Me dolía volver al hotel y no tener nada, saber que Kylie fue secuestrada porque quería verme y a los demás, me sentía mal por Adolf y sus pedazos en el piso. Brucks nos llevó a un Taco Bell para cenar algo, nadie comió su taco por completo, luego nos llevo al hotel.

¿Alguna vez tuvieron alucinaciones? Tengo en claro que tú, sí tú, tú sabes que son las alucinaciones. Bien, no olvides eso.

Al entrar al hotel fuimos rodeados por todos y cada uno de nuestros conocidos, con bombas de preguntas, Karen y Andrés se encargaron de que todo fuera más difícil de explicar, cada pregunta, cada drama. No sabía bien como explicar todo, era todo tan increíble, que en un momento les dije "sigo trabajando, no puedo hablar". Karen me miró con algo de enojo, la gente no se imagina como es ella, más Andrés fue más considerado, solo me miró e intentó comprenderme.

Raiza se acercó a mí, créanlo o no, pero Raiza es muy atenta, más de lo que aparenta. Alberto Villarreal se mantuvo viéndome de lejos, no disimuló su mirada, me dejaba claro que necesitábamos hablar.

-Fa...

-Hola Raiza.

-¿Qué sucede?

-No puedo hablar, debo subir a la habitación.

-Fa, en serio...

-Raiza, necesito subir. -Rompí su oración y subí finalmente.

Caminé por mi pasillo y abrí la puerta de mi habitación, todo estaba demasiado silenciosos, era hasta escalofriante. Cada molécula de mí estaba alerta, no sabías que cosa sería una pista o una manera de acercarte. Una joven y un criminal deben ser encontrados, sólo hay una opción.

La carta que me tocó fue "3". Cuando finalmente descifré todo, (usando números, el código César e ingenio) comencé a alucinar.

-Frente a la biblioteca.

Estoy sentada en el parque mirando hacia le biblioteca, esperando la llamada de Magie.

Me debe dar respuesta de lo ocurrido, mientras espero afuera de la biblioteca, quién mató a Tyson junto a Magie, está ahí, rastreé los mensajes de "Bárbara" hasta este lugar.

Sabía que si ella me miraba era mi fin, sabría que la espío, que la persigo, aún sin saber quién es.

Wendy me vio. Le acabo decir que estaba dando un paseo.

-Otra vez.

Ahora estoy dentro de la biblioteca, y veo a Rostie. Creo que compró drogas, ya que les pagó a unos hombres extraños.

-Otra vez.

Secuestraron a una más, y sé que ese personaje horrible está aquí. Pero no sé quién es.

Pero tengo algo, sabe artes marciales. Fin.

"Emerson dijo: "Todo es un acertijo; y la clave de un acertijo es otro acertijo."

Comencé a ver a Kylie, sentía que la conocía, aunque no fuera así, era muy comunicativa en sus escritos. Estaba más que concentrada, hasta que recibí una llamada.

-... Orozco...

-¿Quién habla? -Sollozos se escuchaban en la otra línea.

-Si ella se muere... Me moriré con ella.

Ahí supe que era Adolf.

-Adolf... Estoy trabajando te lo prometo.

-La gente cree que la muerte de Skylier para mí fue nada, ¡¿Cómo pueden creer eso?

Pensé decir que respirara, y que se calmara, pero sería un error. -La personas son así, toman un perjuicio como valido, todo sentimiento ajeno al suyo es frío y toda persona es seca.

-Ciertamente.

-Deja de llorar... Deja de llorar, con eso no la encontraremos, jamás.

-Gracias, Orozco.

Sonreí, en la otra línea, luego la pregunta clave llegó a mí. -¿Cómo conseguiste mi número?

-Castle.

Genial, Castle tenía mi número. La llamada finalizó, volví a mirar la hoja, había un dibujo sin terminar abajo del escrito, y sabía, estaba segura, que algo pasaba. El verdadero mensaje no era ese. Kylie era lista, y su forma de escribir en esa "carta" era buscando que alguien intentara tener su cerebro. ¿Qué era ese dibujo en el fondo? ¿Habían cosas en negrilla?... La frase, esa frase...

Sabía que estaba cerca, pero eso no me aseguraba la vida de Kylie, el reloj corre y no paraba de pensar en ello, ese tic-tac era algo que fundía mi paciencia y quemaba toda tranquilidad. Ansias, eso ansias rodeaba todo mi ser. Me siento lista para desvelarme buscando a Kylie.

Síndrome Fa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora