No tú... otra vez.

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Mezclarse entre la gente parecía ser sencillo, no tuvo que fingir confianza pero sí pretender que no era consciente de todas esas miradas curiosas o lastimeras. Más de uno reconoció su rostro, recordó su tragedia y murmuraban por los pasillos en un cotilleo incansable. Eso era el problema principal de ser "nuevo". Más logró encontrarse con excepciones, como por ejemplo, Angela Weber, una chica tímida pero demasiado amable que se atrevió a resolver sus dudas en tanto se acercó para verificar si realmente se trataba de él, dándole al clavo. De forma pura se alegró de su existencia en el pueblo, lo recordaba bien incluso después de todos esos años. Ese ciclo se repitió en diferentes personas, no todos eran agradables. 

—Cuidado, Lev.

La voz de Angela sonó a su costado seguido de un tirón hacia el costado, su brazo fue tomado por la pequeña mano ajena que le apartaba del camino para evitar un mal encuentro con la persona que iba en la dirección contraria. Lev miró sobre su hombro, esa expresión fue de lo más extraña. Superaba al resto de estudiantes.

—¿Le conoces?

Angela se había dado cuenta también. 

—No tengo idea de quién es. 

—Oh, bueno, no te preocupes. Se llama Edward Cullen, él y su familia se han mudado hace poco al pueblo. Puede que se sorprendiera no ser el único nuevo aquí, algo debió oír. 

No quiso quitarle la razón porque pudo ser cierto, estaba en boca de todos y el desconocido no estaba lejos de ello. Lo que incomodaba a Lev desde ese incidente, es que el dichoso Edward Cullen no le quitaba los ojos de encima por alguna razón, así como quienes le acompañaba a la hora de comer. Esperaba no tener problemas.

En tanto devoró su pizza, escuchó vagamente lo que sus conocidos estaban platicando para el fin de semana. Era un buen plan, bastante prometedor para todo el círculo.

—Teniendo en cuenta que hará buen clima, no es una mala idea —opinó Angela—. ¿Por qué no nos acompañas, Lev? 

—¿Ir a dónde?

—Estamos planeando ir a la playa.

—¿En serio se bañan en esta temporada? Hace demasiado frío.

—Solo será un paseo entre amigos, Mike nos asegura que será un perfecto día —añadió Jessica Stanley con una gran sonrisa.

—Es solo lo que anunciaron —comentó el mencionado con cierto recelo. 

Mike Newton, el chico que parecía ser popular entre las mujeres y que su reputación iba descendiendo a causa de varias personas nuevas. Una de ellas era Lev. Mike no toleraba la idea de que ahora la atención ajena no estaba sobre él, por lo tanto, el azabache era todo menos su persona favorita. Sobre todo al darse cuenta que las chicas le prestaban atención, creando cierta envidia. Tenía una gran competencia, porque Edward Cullen también acaparaba demasiada atención femenina. Eso le irritaba. 

—Tengo que considerarlo, no sé a qué le llaman buen clima —añadió Lev, desconfiado. 

—Aunque no lo creas, estará soleado. 

Lev hizo un gesto de desagrado. 

—¿Por qué me mienten de ese modo? —señaló de inmediato por la ventana para continuar—. Esto no me dice que hará buen clima.

—¡Por supuesto que no es mentira, Lev! Tenemos suerte, tal vez no dura demasiado pero es agradable de presenciar. Sucede durante cada semana o cada ciertas semanas. 

Buscó algún indicio de trampa en esa afirmación, nada, estaban siendo honestas. Eso le agradó a Lev.

—De acuerdo, me apunto.

EXHAURIO - EDWARD CULLEN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora