El camino se les hizo más largo de lo que era por lo fuerte que pegaba el sol mientras marchaban en plena tarde, pero finalmente llegaron al bastión de la marca norte.
Cada punto cardinal del imperio contaba con uno de esos torreones en las zonas que más se aproximaban a territorios hostiles. Aquel al que la comitiva tenía que llegar lo más pronto posible era al que custodiaba la marca noroeste, por mucho la más proxima a las tierras del duque y su ejercito.
Riddle organizó la comitiva que lo estuvo siguiendo desde que dejaron la capital y arrió su caballo.
Dio la orden de que lleven a los animales a descansar y llamó a sus cuatro capitanes para que vayan con él al interior de la fortaleza.
El lugar normalmente se usa para mantener vigias y controlar las fronteras, pero en tiempos de guerra se convertían en puntos clave para ma estrategia militar del imperio.
-¿Cúal es el escenario?- preguntó Riddle con sus brazoa cruzados. Estaba muy serio.
Trey, Aspen, Cater y Zek a demás de él se encontraban rodeando una mesa ovalada en el centro de la habitación principal. Zek extendió un mapa que cubrió toda la mesa como un mantel, dejando caer sus esquinas en los bordes circulares de la superficie.
-Nosotros estamos acá, a diez kilometros de la frontera con Piroxeno. El único punto por el que podrían pasar para atacarnos es este canal estrecho entre el reino de luz y la tierra verde, como dudo que los dejen atravezar su territorio es donde nos tenemos que concentrar.
-Si para ellos es un cuello de botella también lo será para nosotros- intervino Zek -tenemos que encontrarnos donde el terreno nos de la ventaja.
Riddle observaba la escena en silencio. Se había cambiado la ropa de viaje y ahora portaba un chaleco alargado muy oscuro, rojo como su camisa que asomaba sobre el cuello de este. Llevaba botas negras y un emblema dorado del imperio rojo era lo único que sobresalia de su vestimenta.
Tomó su señalador y llevó una ficha que representaba a un cuerpo del ejercito de las que ya habían muchas repartidas a lo largo del mapa de un punto a otro, a una zona en la que no habían muchas piezas de su tipo.
-Nadie tiene la ventaja en la frontera, pero de nuestro lado existen muchos desniveles desde los que si sabemos aprobecharlos no nos va a costar nada arrinconar a las fuerzas enemigas. Necesitamos tomar ventaja de que conocen menos el terreno y atraerlos haciendoles creer que son ellos quienes nos van a embozcar. Capitan Trappola, me acompañará junto a los corozanes a preparar la trampa, los demás preparense para partir.
Los capitanes asintieron y obedecieron a su general, qué dejó la sala en compañía de Zek a paso firme.
Su soldado lo seguía regío a unos pocos pasos detrás de él. Nunca se volteó a mirarlo, pero mientras caminaban el más pequeño reflexionaba en sus adentros sobre su compañía.
Zek era un muchacho tan pelirrojo como su hermano. Aún que su pelo era mucho más largo siempre lo tenía dominado con una coleta impecable. Incluso su corazón en su ojo derecho parecía pintado con una prolijidad milimetrica.
Cualquiera que se quedara en esa capa superficial no dudaría en pensar que los hermanos son tan opuestos como el día y la noche. Pero Riddle, que pasó casi toda su vida creciendo con sus hombres, sabía lo errado de ese pensamiento.
Cuando se trata de hacer el tipo de trabajo sucio que hacen los corazones, o de verlos en acción, son indistingibles el uno del otro. Incluso se atrevería a afirmar que el mayor era peor que su propio caballero.
En el momento en el que el principe llegó a donde tenía planeado hizo que su corazón lo siguiera. Una de las altas torres del fuerte en la que no había nada más que un amplio mirador fue lo que encontraron los chicos antes de cerrar la puerta a sus espaldas.
ESTÁS LEYENDO
Historias Retorcidas (Oneshots Twisted Wonderland)
FanfictionCuentos y minihistorias sobre una vida normal y maravillosa en Night Raven College.