Recuerdos compartidos

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Ivy le puso la taza de té entre las manos.

Dina la miro y aun en su estado pudo darse cuenta de que su amiga no se encontraba muy bien.

-¿Segura que no lo necesitas más que yo? - pregunto algo preocupada. Ivy tenía unas oscuras ojeras y el rostro pálido

-Estoy bien... solo... no he dormido bien...

Ya había dejado de llorar y su garganta se sentía mejor pero aún tenía el rostro putrefacto de Mery en su cabeza. Y el terror... aun no se iba del todo.

Sintió la mano de Alec acariciando su brazo, él parecía no darse cuenta, seguía pensativo. Ella no le había contado quien era el cadaver, solo le había contado sobre la advertencia hecha.

-¿Quién podría ser? - soltó Alec en su dulce lengua. - ¿Quién puede estarnos ayudando?

-¿Ayudando? - pregunto Ivy - más bien espantando. Te dije que este lugar vendría con fantasmas.

-Tal vez fue solo un sueño. - respondió Dina tratando de calmarse a si misma.

-¿Desde cuando tus sueños son solo sueños?

-Cierto... desde que llegué aquí... fue como si... como si una puerta se abriera dentro de mi...

Se volvió a Alec, estaba muy junto de ella, aun la abrazaba con fuerza pero sus pensamientos estaban muy lejos de ahí.

-Iré a dormir, si estas mejor... yo realmente necesito dormir.

-Por supuesto. Lamento haberte despertado.

-Descuida. - solto Ivy saliendo de la habitación.

Dina mito a Alec y acaricio su mejilla. Esto lo hizo regresar, la miro con tristeza.

-Lamento ponerte en peligro. - soltó casi en un susurro cerca de su oreja.

-¿De que hablas? Esto no ha sido nada, solo fue un sueño.

-No lo creo... creo que he venido solo a complicar tu existencia...

-Me alegra que lo hicieras... - soltó Dina dejando la taza de té en la mesita de noche.

-Me iré para que descanses. - soltó Alec alejándose un poco pero Dina lo retuvo.

-No... quédate aquí... no... no quiero estar sola.

Él dudo, por un segundo ella creyó que se negaría pero asintió y se sentó a su lado de nuevo.

Ella se acomodo entre sus brazos. Aquel hombre era tan cálido... estar cerca de él la hacía sentirse bien.

-¿Cómo supiste que te necesitaba? - pregunto casi en un susurro.

-No lo sé, desperté... desesperado y... sabía que algo te ocurría. Jamás había corrido tan de prisa...

Dina sonrió.

-Hacia mucho que no tenía un sueño así... tan real... desde... bueno... desde que soñaba... contigo.

Sintió a Alec acomodarse mejor sobre las almohadas mientras su abrazo se hacía más fuerte.

-¿Qué soñabas? Tal vez yo lo recuerde.

Dina dudó. En aquellos sueños ella era Mery y no quería que Alec pensara en ella.

-Amm... pues... la primera vez... estaba en un... una especie de prado, había kilómetros y kilómetros de hierva verde... El viento era fresco pero el sol era radiante, debió ser verano... y entonces... apareciste detrás de mi... abrazándome y... me dijiste que al fin me habías encontrado...

No pudo evitar abrazarlo un poco más fuerte. "Era yo" "Era yo, no Mery"

-Lo recuerdo, siempre me encontraba con Mery en aquel lugar porque aquel año no había siembras en esas tierras por lo que no eran muy transitados.

Alec recordó que la primera vez que beso a Mery fue en aquel prado. También la primera vez que le hizo el amor.

-Lamento haberme inmiscuido en su intimidad... es como si fuera una... chismosa mirando a escondidas a una pareja...

Alec rio.

-Jamás dijiste nada.

-Claro que no. Habrías pensado que estaba loca.

-Tal vez... - soltó pensativo mientras acariciaba su brazo sin siquiera darse cuenta.

-No quiero volver... me gusta más ahora que eres real... - soltó Dina sintiendo el sueño vencerla.

Sintió un beso en su frente antes de quedarse dormida. Esta vez, entre los brazos de Alec, su sueño fue tranquilo.

El retrato del Duque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora