Narración: Anabelle Russell.
Habían transcurrido varias horas desde que desperté, y Marisol ha permanecido a mi lado en esta vasta habitación, ofreciendo su compañía en medio de la incertidumbre. Anhelo descender, salir y pasear, pero temo encontrarme con aquellos que ahora sé que son diferentes, especialmente Volker y su enigmático hermano. Esa parte de la historia aún permanece sin esclarecer por completo, ya que Marisol no posee todas las respuestas a este desconcertante escenario que enfrentamos.
Me explicó que en la historia nunca había ocurrido que alguien tuviera dos mates; es exactamente lo que estoy experimentando en este momento. Se conocen casos de humanos que son pareja de licántropos sin mayores problemas, pero que dos licántropos reclamen a una misma persona es un fenómeno inaudito.
Fui egoísta durante un tiempo, le pedí a Dios algo único que nadie más tuviera, pero claramente no me refería a esto. Aún me resulta difícil aceptar, procesar y comprender que Marisol y todos en este pueblo no son personas normales, que tienen la capacidad de transformarse en lobos a su voluntad.
He leído numerosas historias de fantasía, y las reacciones ante descubrimientos como este me parecen tan absurdas. En la vida real, tales revelaciones no se aceptan de manera sencilla, a menos que seas alguien peculiar como yo, que solía desear la entrada de un vampiro por la ventana de mi habitación para ser raptada y reclamada como suya. Claro, eso fue en la adolescencia, influenciada por las historias de vampiros como Crepúsculo. No obstante, hay una gran diferencia entre tener una imaginación desbordante y anhelar algo con fuerza, y enfrentarse a la realidad de que todo lo que considerabas falso ahora es verdadero.
La contradicción entre la fantasía que alguna vez deseé y la realidad que ahora enfrento crea una tormenta interna difícil de asimilar.
—¿Quieres seguir aquí?— inquiere Marisol. La oscuridad de la habitación parece acentuarse, envolviendo el ambiente en un manto de incertidumbre.
—¿Podemos irnos a casa?— anhelo abandonar este lugar desde que desperté. No me siento cómoda aquí; intuyo más sorpresas, y estoy casi segura de que Volker aguarda abajo, junto a su misterioso hermano. No estoy preparada para una conversación seria. Me conozco lo suficiente como para saber que, al ser tan reciente, lo tomaré a la ligera.
—Aún no. Debemos esperar a que llegue la abuela de tus mates...— es extraño escuchar esas palabras
—Y más tarde llegarán Antón y Waldheri——¿Quién es Waldheri?
—Es el primogénito de los Marshall. Waldheri será el líder de la manada el próximo año cuando cumpla veinticinco, le sigue Gunther, de la misma edad que Lucas, y finalmente Volker— sus nombres suenan extraños, incluso en este oscuro contexto.
—¿Por qué tenemos que esperarlos? Quiero ir a casa, no me siento cómoda estando aquí— mi voz resuena como una súplica, y es cierto, entre estas cuatro paredes me siento extraña.
—Porque es necesario llegar a algo, Anabelle. No podemos simplemente ignorar el hecho de que dos licántropos te están reclamando como pareja; no es normal y debe haber alguna explicación— explica, acentuando la atmósfera con su tono serio.
—Yo sí puedo ignorarlo. No conozco nada de esto. Quiero irme a casa, dormir y fingir que nada de esto ha pasado— determino. No importa que haya visto los ojos de Marisol cambiar de color; no puedo aceptar así como así que es algo más que humana.
—No lo comprendes, Anabelle. Cuando un licántropo encuentra a su mate, la atracción es momentánea. Los lobos se reclaman al instante.
En ese instante, el golpeteo en la puerta resuena como un latido acelerado, eclipsando cualquier posible charla futura entre Marisol y yo sobre este inquietante tema.
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Los Marshall #PGP2024
Manusia SerigalaEn el sombrío giro de este cuento, Caperucita no se encuentra con un lobo solitario en el bosque, sino con tres bestias voraces que, lejos de querer devorarla, anhelan poseerla como suya. En lugar de temor, nace un amor oscuro entre la inocencia de...