Capítulo 25

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Hola!

Perdón por no haber actualizado dos días seguidos, estaba un poco ocupada.

Espero te guste este capítulo! 🐍🌷

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Desperté en la enfermería. Al abrir mis ojos la luz me cegó por un momento.

-!Despertaste!- Dijo una voz que aún no reconocía. -¿Cómo te sientes?- Cuando se acercó pude ver quién era, era Eddie. Me senté en la camilla.

-¿Qué me paso?- Pregunté aún desconcertada.
-Te desmayaste- Contesto Eddie.
-¿Llamaron a mamá?-
-Si, dijo que no tardaría en llegar pero ya pasaron como 25 minutos desde que la llamaron- Dijo Eddie acariciando mi mano.
-¿Podrían volver a llamarla?- Pregunté viendo a la enfermera.
-Claro, ya vengo- Dijo eso y salió de la enfermería

Me sentía cansada, me dolía mucho la cabeza.

-Siento que me va a explotar la
cabeza- Dije mientras me agarraba la cabeza con las dos manos.
-Toma- Me dio una caja de Aspirina- Dijo la enfermera que te diera una si te dolía la cabeza-
-Gracias por estar aquí- Acaricie su rostro, su frío y pálido rostro.

Después de un rato llegó la enfermera junto con mamá.

-Dios Santo ¿Cómo te sientes?- Pregunto un poco preocupada.
-Bien mamá, me siento bien-Comente.
-¿Quieres que te lleva a casa?- Acarició mi mano suavemente.
-No, así está bien- Dije mientras desviaba la mirada hacia Eddie.
-¿Segura que estarás bien?-
-Segura- Sonreí para que mamá no se sintiera preocupada.
-Esta bien- Se levantó de la camilla y miro a Eddie- Cuídala bien
muchacho- Comento y salió de la enfermería.

Estuve un rato más en la enfermería junto a Eddie. Platicamos un poco.

-Oye _____- Puso cara de seriedad, una cara que hace tiempo no veía en el.
-Dime-
-Haz estado rara- Comento mientras tomaba mi mano.
-¿A qué te refieres con rara?- Pregunté con miedo a la respuesta.
-Hoy en la madrugada te despertaste angustiada, estabas muy asustada, demasiado diría yo- Su mirada me transmitía preocupación.
-Solo era un mal sueño, no te
preocupes-
-Eso no es todo, lo que pasó en la mañana, querías irte a casa, tenías mucha prisa por irte y ahora esto, siento que me ocultas algo- Tomo mi mano y entrelazó sus dedos con los míos.
-Eddie- Comenté con un tono suave. -Estoy bien, en la mañana no sabía lo que hacía, me sentía un poco perdida, solo eso- Acaricie su rostro- No te preocupes por mi.

Después de eso fuimos nuevamente a clases. Me sentía algo mal pero no tanto como en la mañana o hace un rato.

Me sentía rara, rara en el sentido de que no sabía cuál era la emoción que me invadía en ese momento.

Terminaron las clases y era hora del almuerzo. Dustin, Steve, Robin y Eddie me esperaban fuera del salón.

-¿¡Cómo estás!?- Preguntaron los cuatro en un solo tono.
-Estoy bien, no se preocupen-Conteste recargandome en el hombro de Robin.

Fuimos a la cafetería. No paso nada interesante.

Termino el almuerzo y regresamos a clases. Estaba tomando nota de lo que el profesor estaba explicando cuando me empezó a doler fuertemente la cabeza, tenía ganas de vomitar, mi vista se torno borrosa, no recuerdo nada después de eso.

Volví a despertar en la enfermería, ahora estaba con mamá y Dustin.

-¡Despertó!- Gritó Dustin con euforia.
-No grites- Me agarre la cabeza y me senté en la camilla.
-Cielo- Mamá me abrazo.
-Me duele la cabeza-
-Te llevaremos a casa, no te
preocupes- Comento Dustin.
-No es necesario, estoy bien-
-Claro que no, no estás bien- Mamá se levantó de la silla y tomo su bolso- Iré a la dirección a dar aviso de tu salida-
-¿Tu te quedarás?- Le pregunté a Dustin.
-Si, yo me quedaré-
-¿Puedes decirle a Eddie que lo veo en casa?-
-Claro, yo le digo-

Nos fuimos a casa.

Aproveche para decirle a mamá lo de el cachorro. Acepto que se quedará pero puso una condición. La condición era que ella le pondría el nombre porque el que Dustin había elegido era horrible. Acepte y me reí.

Pasaron las horas, yo estaba durmiendo en mi habitación. Comencé a soñar. El escenario del sueño era mi casa, pero era muy oscura, hacía demasiado frío.

A lo lejos escuché mi nombre.

-¿______?- Era Eddie-
-¡Eddie!- Corrí a abrazarlo pero se desvaneció. Volví a escuchar mi nombre, está vez volteé y vi a Dustin.

Me acerque corriendo hacia el.

-Dustin, ¿Qué es este lugar?-
-Es la casa-
-Si ya se pero, ¿Por qué hace tanto frío y es tan oscuro?- Antes de que pudiera resporder la pregunta me desperté algo agitada.

-Tranquila, soy yo- Dijo Eddie sujetando mi brazo suavemente- No quería despertarte, perdón-
-No no no, está bien, ¿Cómo está?- Acaricie su larga cabellera negra.
-Bien, ¿Cómo estás tú?-
-Bien, me siento mejor- Sonreí.
-Oye tu...- Vio mi nariz y tocó la suya- Estás sangrando-
-Ohh- Toque mi nariz y me pare rápidamente y fui por un pañuelo para limpiarme la nariz.

Estuvimos platicando por un largo tiempo. Mi nariz sangraba constantemente así que tome una caja de pañuelos para no tener que pararme y cortar la conversación con Eddie.

-¿Es normal que tu nariz sangre así siempre?- Pregunto.
-Es la primera vez que pasa esto, quiero decir, no es la primera vez que me sangra la nariz si no que es la primera vez que sucede tal frecuentemente-
-Deberías decirle a tu madre- Comentó-
-No quiero preocuparla-
-¿A quien no quieres preocupar?- Pregunto Dustin.
-A mamá- Contesto Eddie.
-¿Qué te paso en la nariz?- Dustin se tocó la nariz.
-Nada, solo, no me digas nada a mamá-
-No prometo nada- Dijo y se fue.

Ya era de noche. Eddie tenía que irse a casa porque tenía que estar con "Eddie Junior".

Llegó la hora de dormir. Empecé a soñar de nuevo, era el mismo escenario, solo que ahora estaba con mamá sentada en el sofá.

-¿Por qué te sangra la nariz cielo?- Me tocaba en rostro con suavidad.
-No es nada, no te preocupes-
-No estoy preocupada, ¿Tu estás preocupada?- Su mirada cambio, ahora era vacía, no se veía ningún sentimiento, era como si fuese un robot.
-No, ¿Debería estarlo?-
-Prepárate para lo peor- Mamá se desvaneció. Cuando paso eso sentí como si me arrancarán una parte de mi, comencé a llorar, no sabía que me pasaba, no sabía porque lloraba, solo sentía la necesidad de hacerlo.

Me senté en el piso, utilice mis rodillas para tapar mi cara. Volví a escuchar mi nombre, pero ahora era una voz gruesa, reconocía la voz, sabía de quién era.

-¿Papá?-
-Hola cariño, perdón por irme tanto tiempo-
-¿Por qué te fuiste?-
-Por ti-
-¿Por mi?-
-Si, tu tienes la culpa de que mamá y yo no estuviéramos juntos, tu arruinaste nuestras vidas-
-Eso es mentira, todo lo que dices es mentira, ¡estás mintiendo!-
-Claro que no, yo nunca te mentiría-

Desperté. Mi cara estaba mojada, estaba llorando. Me limpie la cara y baje por un vaso de agua. Bajando las escaleras escuché un ruido, era alguien sollozando. Asome mi cabeza para ver quién era, era mamá. Me acerque a ella.

–¿Estas bien?– Toque su hombro.
–¡Alejate!– Gritó tan fuerte que mis oídos sangraron.

Volví a despertarme angustiada. Era ya de mañana, me levanté de cama y me mire al espejo. Tenía un rasguño en la parte izquierda de mi cara, era un poco grande, iba desde mi ceja hasta mi mejilla. Volteé mi rostro, vi que mis odios tenían sangre, me asusté pero contuve la calma. Limpie mis oídos y baje a desayunar.

Estoy enamorada de un frikieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora