Hay algo que no me gusta en este trabajo, tener que mentir para salvar el pellejo de otras personas. Tuve que salir a declarar e inculpar a un pobre individuo que sólo pasaba por la zona. Sé que no es el asesino porque desconoce muchos de los detalles encontrados. Además, si fuera un asesino se sentiría orgulloso de todos sus crímenes y este sujeto no hace más que decir que es inocente. Para la Fiscalía no existe más pruebas que las encontradas, sólo son pruebas circunstanciales, los testigos no están seguros si ese es el tipo que vieron y las placas de su auto no coinciden con las que se vieron a la salida del cabaret, lo único que es similar es el modelo del carro y el color, de ahí no tenemos más.
Poco a poco cada una de las pistas se van diluyendo con el pasar de los días. No hay más llamadas, más cuerpos ni más secuestros. Todo indica que este tipo paró por su propio bien, ¿pero por cuánto tiempo estará en las sombras?, nunca sabré dar respuestas y tengo miedo que no encontremos al criminal.
Ya pasaron dos semanas y todo marcha con tranquilidad. Ningún agente o periodista pregunta sobre el caso, eso me hace sentir bien hasta cierto punto. Pero debo de actuar para no incomodar a los jefes.
La mañana de un lunes, Rafael llega a mi oficina (como de costumbre entra sin avisar), trae consigo algunas carpetas en los brazos. A leguas se ve que ha estado haciendo su chamba desde la comodidad de su casa. Al igual que yo, a él le salen muchas dudas sobre este caso y no está conforme con que le echemos la culpa a un inocente.
-Hablé con mi antiguo jefe- dice, va dejando cada carpeta en orden cronológico- le pedí de favor que me investigará el caso del que le comente.
-¿Y qué ocurrió?
-Por desgracia al tratarse de un caso relativamente antiguo ( y que hay altos funcionarios involucrados) sólo puedo recoger un poco de información.
-¿Tenemos algo bueno?
-Como sospeche, lo único que conecta este caso con el antiguo son las marcas. Lo demás se trata de alguien que busca ser relevante por sus propios medios.
-Por lo visto no tenemos nada.
-Es lo que usted cree.
-Se ha puesto a pensar ¿por qué sólo mata a hombres?
-Pues porque es un desquiciado.
-Eso es lo que usted cree. Si nos vamos a las estadísticas, los asesinatos cometidos por hombres son más altos que los cometidos por mujeres.
-¿Habrá algún tipo de propaganda progresista en mi oficina?
-No, pero es algo que se debe tener en cuenta. Prosiguiendo, aunque los hombres maten más que las mujeres no se puede dejar de lado el mínimo porcentaje. Otro dato es que los hombres por norma general (aunque puede variar por muchas circunstancias) suelen asesinar a las mujeres con un mayor número, es escaso ver que un hombre mate a otro hombre por el simple placer de hacerlo. Es cuestión de liderazgo y sentirse superior.
-No me saque teorías de psicoanálisis y vaya al grano.
-¿Por qué sólo mata a hombres y no a mujeres?
-Que ya le dije que no sé
-Tengo la ligera sospecha de que no vamos en busca de un hombre.
-¿Quiere decir que es una mujer?
-Si nos basamos en las estadísticas, es probable.
-Pero se trata de un cuerpo masculino. Una mujer no podría con facilidad someterlos.
-Es ahí donde yo caí en cuenta que se trata de una mujer.
-Si una mujer se acerca a usted y le invita una copa, ¿la aceptaría?
-!Claro¡
-!Ve lo que digo! Es más fácil caer en la tentación de una dama que de un caballero. Eso explicaría el porqué no hay señal de lucha al momento de atarlos.
-Supongo que es una deducción lógica. Pero no será aceptada ni por la prensa ni por el cuerpo policíaco.
-Tenemos casos de mujeres asesinando: las goteras de texcoco, la mata viejita, las poquianchis. Por sólo mencionar las más sobresalientes.
-Por el momento no podemos dar información a la prensa, no tenemos pruebas de que sea o no una mujer.
-Mande a rastrear la llamada que recibí.
-¿Y?
-Se trataba de un teléfono público.
-Me lo imagine.
-Para la mala suerte de nosotros el C5 no funcionaba en ese momento.
-Pues bueno. Tendremos que esperar a que esa o ese se aparezcan otra vez.
-Es lo único que queda.Las luces de la acera parpadeaban en un baile frenético. Ya tenía más de 3 años que se pidió una nueva instalación de lámparas para mejorar el alumbrado público, pero como todo lo de aquí lo pides para marzo y te llega para año nuevo.
Me disponía a ir por mi coche cuando sentí que algo me observaba. Tal vez era mi histeria por el caso, pero había algo que me observaba, estaba casi seguro de que él estaba ahí, esperando a que yo saliera para hacer otro de sus ataques. Tomé mi celular y prendí la lámpara, un maldito gato salió de los arbustos asustandome en su camino.Mi mujer se encontraba en la cocina preparando la cena, mientras que mis dos cachorros estaban haciendo sus tareas. Fui con ella para darle un gran abrazo por la espalda cuando algo me detuvo. Era una caja, un pedido de ella tal vez, pero no tenía dirección de remitente.
-¿Es tuyo lo que está en la mesa?
-Lo dejaron en la mañana, dice que es tuyo.
Lo tomé para pesarlo. Era una caja grande y liviana, tal vez se trataba de aquellos expedientes de los que me habló Rafael, pero él nunca mencionó que me daría una copia. Lo abrí con mucha precaución. Al destapar la última tapa observe que lo que venía adentro era un dedo con un anillo, al lado tenía una pequeña nota.Número 4, localizado en la colonia Los Naranjos, hombre caucásico de 30 años de edad, sin familia ni hijos.
Atte: M. J
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Dark Ballet
Mystery / ThrillerDespués de recibir una misteriosa llamada, Rafael empieza a investigar una serie de asesinatos en su zona. En conjunto con el general Téllez, deciden poner manos a la obra para buscar pistas, pero el cuerpo policíaco no ayuda en nada para lograrlo...