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"Gracias"
༄ Jeremiah's pov
Cuando me desperté me dolía el cuello, incluso me pasé una mano por él, y fue cuando me di cuenta de que estaba en el baño.
Sí, en el baño.
Me pasé las manos por la cara, y me sentí como alguien respiraba. Y no era yo. Miré hacia abajo, y Celeste estaba durmiendo en mis piernas.
Oh joder.
¿Cuanto bebí anoche?
¿Que dije?
Por puro instituto puse el mechón de pelo que le tapaba la cara, detrás de su oreja. Dormía tranquilamente, y eso me hizo sonreír inconscientemente.
Mi móvil estaba tirado en el suelo, y miré la hora. Las ocho de la mañana.
Me dolía la cabeza, y sentía que no tenía fuerzas. Pero me quería levantar, y no podía dejar a Leste aquí.
Con cuidado me levanté, y la cogí en brazos. Me costó, no os lo voy a negar, todo me daba vueltas. Fui capaz de llegar a mi habitación, y la dejé en cama, tapándola con una sábana.
Bajé las escaleras, frotándome las sienes. Conrad ya estaba despierto, y cuando me acerqué a él, me pasó un batido anti-resaca.
— Gracias.
— Ayer te bebiste hasta el agua de los jarrones.
— ¿La he liado mucho?
— Si, pero creo que algo solucionaste... volviste a casa con Celestina.
— ¿No me odia?
— ¿Celeste? — se rió — Ni por mucho que la cagaras lo haría.
— Sé que se lo confesé, sé que le dije que la había escuchado, me acuerdo de que me rechazó el beso porque estaba borracho, y me acuerdo de vomitar hasta el hígado, y hoy me desperté y estaba en mis piernas, durmiendo.
— Jeremiah, ¿a ti te gusta?
Le iba a contestar, pero Steven apareció tarareando en la cocina. Nos callamos de golpe.
Si, claro que me gustaba. Desde siempre, desde que tenía brackets y el pelo seta, desde que lloró porque One direction se separaba, desde siempre.
— Vaya resacón, eh Fisher — me dio dos palmadas en la espalda, y os juró que pensé que se me desmadraban los circuitos.
Me dolía la cabeza.
¿Ya lo había dicho?
Aún por encima mi cabeza no dejaba de reproducir la imagen de Leste agarrada de la mano de Charles.
Era mi amigo si, pero era un capullo. Lo había visto con las chicas, un completo mamarracho.
Pero Leste no me creería si se lo dijese ahora, quizás sólo complicaría las cosas.
