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"Una pausa" ༄ Celeste's pov
Bells, Susanna y mi madre fue lo primero que vi cuando abrí los ojos. Me levanté de golpe, y ellas se pusieron un dedo en la boca en señal de silencio. Miré a mi lado, Jeremiah dormía abrazado a la almohada, y me puse completamente roja. Mi hermana me tiró del brazo para salir de cama, así lo hice. Cuando llegamos al pasillo, las tres saltaron en el sitio emocionadas, y me abrazaron.
— ¡La mañana del baile de debutantes!
Sonreí un poco. La verdad es que si que tenía ganas, bailar con Jeremiah, era mi sueño desde que tengo uso de razón, pero no quería que Philip estuviese. Eso me desanimaba un poco. No me di cuenta de que había bajado las escaleras, hasta que vi a Conrad enfrente mía, riéndose.
— ¿Que te hace tanta gracia?
— El paripé que vas a tener que montar hoy, con el novio y el amante.
Abrí la boca indignada, y le lancé mi zapatilla — Te quieres callar boca chancleta.
Él subió las manos en señal de rendición. Bells pasó al lado de Conrad y ni si quiera lo saludó. Se ve que no habían hablado. Me cogió de la mano, y fuimos al salón.
— El vestido está ahí colgado, te ayudaré a vestirte después de comer, ¿te parece?
— Si, claro.
— ¿A donde fueron Mamá y Susanna?
— No lo tengo muy claro, pero me dijeron que estarían aquí para el baile.
Suspiré, después del baile de debutantes solo quedarían cinco días para volver a la normalidad. Para volver a Philadelphia y dar el verano por terminado.
Y me pregunto que pasará entre Jere y yo.
— Voy a la tintorería a recoger el traje de Philip y él mío, me llevo a Philip, preparar algo de comer sencillo — dijo.
— A sus órdenes — dije.
Ella rodó los ojos y salió por la puerta de casa con Philip del ganchete, este me miró de reojo antes de cerrar la puerta. Volví a la cocina, Conrad estaba mirando a un punto fijo, perdido.
— Conrad, ¿que pasa?
— ¿Mhm? Nada.
— Conrad...
— ¿Que? — se levantó — No me pasa nada, voy a darme una ducha.
Suspiré, y me quedé sola en la cocina. Me preparé unos cereales, y me di un baño en la piscina. Subí a ducharme, y di una vuelta por la playa. Me encontré con Charles, que me invitó a un helado, según él, de la amistad, y me acompañó hasta casa. Al llegar, Jeremiah estaba bajando las escaleras con una mano en la cabeza.
