Mis padres toda la vida me habían inculcado la iglesia como un ejemplo a seguir, pero no creí que podría ser más valioso para ellos Dios que su propia hija, incluso dijeron que ardería en el infierno.
Llegué a casa. Me bañé. Mis padres arreglaban todo para conocer a Zuri y su abuela.
Por primera vez sentía que me aceptaban tal cual era y no intentaban poner a la iglesia o alguna excusa antes. Todo parecía como sacado de un cuento. Estaba tan feliz.
Saliendo de bañar elegí unas mil veces mi ropa, realmente estaba muy nerviosa por la cena, tenía miedo de que no les gustara mi relación o su abuela. Todo daba vueltas en mi cabeza mientras intentaba elegir algo. Por fin pude decidir algo. Me cepillé el pelo.
Tocaron mi puerta y abrieron.
-Te ves muy bonita cariño- dijo mi madre.
-¿Segura? ¿No me veo rara?
-Claro que no, te ves muy bien. Vamos, ya casi llegan.
-Gracias por apoyarme.
-Ya te dije que no agradecieras.
∆∆∆
Todos estábamos sentados en la mesa.
Zuri tenía un vestido negro con una abertura en la espalda con cierre en la parte trasera, la blusa parecía una tela diferente a la falda (colo café y un poco transparente con encaje), la falda era arriba de las rodillas y unos tacones negros con un toque de dorado. Se veía muy hermosa. Si no fuera porque estaba comiendo, estuviera babeando.
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Mi padre acabó y se puso recto y vio a Zuri.
Esto no está bien seguramente.
-Y dime Zuri, ¿desde cuándo tienes una relación con mi hija?
Zuri terminó su bocado y tomó agua.
-Desde hace medio año.
-Platicame un poco de ti.
-Mi nombre es Zuri De Luca Montero, vivo con mis padres, pero ellos nunca están por trabajo, voy en el mismo salón que Eli.
Teo veía mal a mi padre, pero lo ignoré.
-Ya veo.
Mi padre ignoró a Zuri y volteó a verme.
>>¿Cómo te va en la escuela y en el trabajo? ¿No estás cansada?
Me sentí un poco incómoda por el cambio de tema y que ignorara a MI NOVIA, así que, no dije nada por unos minutos.
-En unos meses vamos a hacer un convivio y me pusieron de tesorera, estoy un poco estresada... Y el trabajo no es agotador.
-Entiendo.
∆∆∆
Mi padre había ignorada a Zuri toda la noche, pero mi madre había hablado animadamente con Zuri y su abuela, aunque definitivamente no entendía porqué la ignoraba.
Mi madre se despidió y fue al cuarto con mi padre.
No sabía qué decirle a Zuri, obviamente estaba incómoda y si abuela enojada, pero ninguna dijo nada.
-Ya es tarde -dijo Teo-, debemos irnos.
Zuri asintió. Las acompañé a la puerta. Salí un momento de mi casa.
-Zuri -dije-... Siento lo que pasó... Ahí adentro, normalmente no es así, no sé qué pasó.
-Tu padre no está de acuerdo con su relación- dijo Teo.
-No... Tal vez solo tuvo un mal día.
-Deberías tener cuidado nena, se ve que esconde algo y que le molesta que estén juntas... No digas que no te dije.
-Nos vemos Eli- dijo Zuri.
Intenté tomar su mano, pero se fue.
¿Por qué pasó esto? Todo estaba llendo tan bien. ¿Qué falló?
Me metí, cerré la puerta y caminé hasta mi cuarto. Me senté en la cama.
Escuché que abrieron la puerta.
-Hola Eli -dijo mi padre-, me alegra conocer a tu novia, es muy bonita, espero que seas feliz.
-Lo soy, pero... ¿Por qué la trataste así?
-No entiendo a qué te refieres. Debes de dormir.
Se fue sin decir nada más.
¿Y si de verdad no se arrepiente? ¿A dónde me iré? No quiero molestar a Alexa o Zuri.
