Mateo había tenido que hablar con mis padres (algo muy incómodo para mí). Obviamente, recibió un sermón sobre lo fundamental que es la iglesia, un poco de la biblia y lo que se considera pecado. A veces pensaba que mi padre exageraba en esos temas, sí son importantes, pero no es para intentar volver a todos católicos.
Ya estábamos en el cine decidiendo qué comprar.
—Elisa —dijo Mateo—, ¿si como palomitas Dios no me castigará?
Rió. Lo golpeé.
—No hagas bromas.
—Creo que tú padre hace mucho caso de la biblia.
—Y que lo digas.
∆∆∆
Mateo y yo decidimos ver una comedia romántica. Pedimos los asientos de hasta atrás.
—Espero te guste— susurró.
Sonreí.
Comimos todo lo que habíamos comprado casi a mitad de la película. Mi refresco estaba en el asiento.
∆∆∆
Mateo me fue a dejar a mi casa.
>>Espero te hayas divertido.
—Gracias por invitarme.
Lo abracé. Entré a mi casa. Fui hasta mi cuarto.
Había una nota en mi cama.
¿Nunca te darás cuenta de lo que siento por ti? Solo me lastimas Eli.
Atte: Alexa.
ESTÁS LEYENDO
No lo digas (Completa)
Novela JuvenilMis padres toda la vida me habían inculcado la iglesia como un ejemplo a seguir, pero no creí que podría ser más valioso para ellos Dios que su propia hija, incluso dijeron que ardería en el infierno.