Cap 50

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Mi cabeza dolía horrible y me sentía muy triste por lo de Zuri, pero al menos no había mucha gente y leía un libro sobre una maldición en un pueblo, la redacción y la sensación de estar dentro de la historia me encantaba.

-Disculpa señorita- dijo una señora de la tercera edad.

Dejé el libro a un lado.

-Disculpe, creí que ya no había gente.

-Mi nieto dijo que quería un libro, pero no lo encuentro y me cansa estar parada, ¿podría ayudarme?

-Claro, espéreme ahí sentada.

La señora sonrió. Me enseñó el nombre del libro. Me sorprendió bastante porque el libro en sí, era un poco difícil de entender, incluso lo tuve que leer dos veces para entender la historia, los personajes y el entorno.

-Muchas gracias señorita.

Fui a buscarlo, no me costó tiempo encontrarlo, ya que era de los primeros libros que había leído al trabajar en la biblioteca. Se lo di.

>>Que tenga lindo día.

Salió y volví a mi lugar para leer mi libro. Todo siempre era tan tranquilo y silencio, eso era lo que más me gustaba. El terror no era mi favorito, pero me gustaba el misterio y las maldiciones (no fantasmas).

-Ho-hola Eli- dijo Zuri.

La abracé, tirando mi libro.

>>Siento no haberte hablado, pasaron unas cosas.

La dejé de abrazar. Sonreí.

-Luego me cuentas... Te extraño.

-Yo también- dijo bajo.

-Aún estoy trabajando, pero salgo a las 5, ¿me esperas?

-Sí... Necesito hablar contigo de algo.

-Te veo al rato.

∆∆∆

Estaba nerviosa por hablar con Zuri, pero feliz porque ya no me ignoraba. Si pudiera compararme con algo yo creo que sería con un perro chihuahua, porque no dejaba de temblar.

-Cariño, relájate, me pones nerviosa.

-Lo siento, es que... Me dejaste de hablar y ahora estás aquí, no sé qué hacer.

-Sobre eso... Perdón, de verdad... Después de ir a tu casa estaba molesta por cómo me había tratado tu papá, pero sabía que no era tu culpa... Al día siguiente apareció mi mamá y a mi abuela casi le da un infarto del coraje, estuvo delicada, así que me quedé con ella y mi mamá vió a mi papá y él la corrió, después de todo... No siempre están conmigo, pero mi papá odia a mi mamá y mi abuela significa mucho para él... Lo siento si no te di explicaciones, pero en mi casa había un caos y no te quería involucrar.

La abracé.

-Pensé que estabas enojada conmigo por lo de mi padre, me alegro que no sea así, pero...

La pellizque.

-Me dolió.

-Estoy enojada porque no me dijiste nada, creí... Que íbamos enserio.

-Lo sé cariño, tenía demasiado en mi cabeza, cuidar a mi abuela, ver a mi mamá... Fue todo un caos, si crees que mi abuela hace un caos, ¡no sabes!

Reímos.

-Te perdono, pero no quiero que me ocultes nada.

-Lo haré, lo prometo, para que te alegres más... Vamos por algo de comer, yo invito.

Le mandé un mensaje a mis padres de que llegaría tarde.

-Vamos.

∆∆∆

Zuri y yo estábamos en un parque en una banca.

-¿Qué clase de brujería es esta?

-Solo es un libro.

-No, ésto no es un libro, es, es... Como si estuvieras en el lugar y te describiera perfectamente hasta el olor de las flores.

-Es lo que hace un buen escritor.

-Ya había leído unos antes, pero éste... Realmente me hace sentir como si estuviera en ese lugar.

Reí. Zuri frunció el ceño y se cruzó de brazos.

>>Te voy a llevar a tu casa, ya es tarde y además... No le agrado que digamos a mi suegro.

-Ni siquiera yo le agradaba hasta hace poco, solo es medio raro, no lo tomes tan a pecho.

No lo digas (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora