Cap 36

340 22 3
                                    

Habían pasado varios meses desde que Alexa y yo éramos amigas, casi no me hablaba y lo agradecía, después de todo, era raro andar por un tiempo y luego ya no.

Era fin de semana. Hacía mucho calor y estaba aburrida.

Mi celular sonó.

-¿Bueno?

-Hola Eli, soy Zuri, espero no haberte interrumpido en algo.

-Tranquila, no estaba haciendo nada.

-Genial, oye, ¿tienes algún plan para al rato?

-No. ¿Por?

-Quisiera invitarte al acuario, no sé si te gustaría ir.

-¿Acuario? Nunca he ido, me parece bien.

-¿En serio? Paso por ti en dos horas, ¿te parece?

-Sí.

-Nos vemos.

Colgó.

¡Qué me pongo?
Tranquilízate Elisa, solo es una cita.
¡Una cita?

∆∆∆

Después de ver toda mi ropa (crear un desastre en mi cama) pude elegir qué ponerme.

Después de ver toda mi ropa (crear un desastre en mi cama) pude elegir qué ponerme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Escuché el claxon. Agarré mis llaves y salí corriendo.

-¿Lista?

Volteé a verla. Casi babeo.

¡Está hermosa!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Está hermosa!

-Sí.

Empezó a conducir.

-Por cierto, te ves muy bonita.

-Te-te ves bonita también.

-Gracias.

∆∆∆

Al llegar había varios que voltearon a ver a Zuri. Hice una mueca.

>>Vamos, no quiero llegar tarde.

Agarró mi mano. Me sonrojé.

Unas monjas al vernos se percinaron. Reí bajo.

Realmente me sorprendí cuando vi a los peces.

¿De esto me perdí?

>>Me alegra que te guste.

Sonreí tímidamente.

-Lo-lo siento, es la primera vez que vengo a un acuario.

-No importa, está bien que te guste... Yo venía aquí de niña cada vez que mis padres peleaban.

Se veía nostálgica.

Tomé su mano. Volteó a verme. Sonreí.

-No estés triste, estoy contigo, puedes contar conmigo.

Me abrazó.

-Gracias... Eres muy linda... Elisa, hay algo que quiero decirte y no quería hacerlo en la escuela o por llamada.

-Te escucho.

Dejó de abrazarme.

-Elisa Romero Vera, me gustas... Desde que te vi pensé que eras muy bonita, ¿tú sientes lo mismo por mí?

¡Sí!
Pero dilo mensa.

-También me gustas.

Sonrió. Tomó mi mano.

∆∆∆

Cuando me fue a dejar me tiré en la cama sonriendo como tonta.

Espero que ésta vez no pase lo mismo que con Alexa.

No lo digas (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora