Fui hasta la casa de Alexa y toqué la puerta. Su madre me abrió.
-Eli -dijo sonriendo-, qué gusto verte por aquí. ¿Vienes a buscar a Alexa, cierto?
-Sí.
Se fue. Alexa apareció segundos después.
-Eli, pasa.
Entré a su casa. Su padre leía el periódico y su madre una revista.
>>Padres, tengo algo primordial que decirles.
Sus padres dejaron de leer.
¿Qué harás?
Voy a morirme aquí, ¿cierto?
-Te escuchamos cariño- dijo su madre.
-Eli y yo estamos saliendo.
Por unos segundos nadie dijo nada.
Qué momento más incómodo.
-Me alegro por ustedes- dijo su madre.
-Eli -dijo su padre-, ¿cómo planeas decirles a tus padres? Por lo que sé, son muy religiosos.
Cierto.
Lo había olvidado.
¿Qué les diré?
-Yo la apoyaré- dijo Alexa.
-Espero todo salga bien Eli -dijo su padre-, ya sabes que eres bienvenida, nosotros no estamos en contra de nada de lo que tu quieras.
-Ojalá así fueran mis padres- dije.
-No te preocupes por eso.
¿Lo dije o lo pensé?
∆∆∆
-Eli- dijo Alexa acostada en su cama viendo al techo.
-Dime.
-Ya llevamos mucho tiempo conociéndonos.
-Sí, lo sé.
-Te haré una promesa.
-¿Cuál?
-Nunca te dejaré sola, sin importar lo que pase en nuestra relación, siempre contarás con mi amistad.
-¿De verdad?
-Claro, hemos sido amigas por tanto tiempo, que no quisiera arruinarlo.
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No lo digas (Completa)
Novela JuvenilMis padres toda la vida me habían inculcado la iglesia como un ejemplo a seguir, pero no creí que podría ser más valioso para ellos Dios que su propia hija, incluso dijeron que ardería en el infierno.
