Los siguientes días fueron un tanto repetitivos para Reese, otra vez sentía que actuaba de manera automática: despertar, preparar el desayuno, ayudar a su madre, apurar a Dustin, esperar a Steve para ir a la escuela, atender las clases, volver a casa, preparar la cena, apoyar a Dustin en lo que necesite, fumar y dormir. ¿Acaso su vida siempre sería así?
No era una sensación nueva para ella, lo que le preocupaba, porque aquella sensación de vacío se apoderaba de todo, preparándose para la tristeza extrema que la acompañaría después. Físicamente Reese estaba bien, aunque no se sentía del todo bien, no sabía lo que le ocurría, pero debía continuar, se lo debe a Dustin.
Llegó a la escuela antes de lo usual, Steve la acompañó hasta su casillero para ir hacia sus clases. La castaña se quedó junto a Robin, quien la miraba con una sonrisa pícara.
- Deja de mirarme así Robin, no es lo que crees - se adelantó Reese.
- Pero si yo no dije nada, creo que alguien anda un poco paranoica - respondió la chica de cabello corto alzando sus cejas - no sabía que Steve era tan atento con todas sus amigas, oh espera, sólo lo es contigo.
- Vivimos cerca, no es para tanto - le restó importancia la castaña - deberías utilizar toda esa imaginación para escribir una historia.
- Es una excelente idea, ustedes serán mis protagonistas - dijo Robin fingiendo un suspiro enamorado - apuesto a que vendería millones de copias y dejaría de ser pobre.
- No tengo ganas de entrar a la clase de geografía ¿nos saltamos la clase? - propuso Reese mientras cerraba su casillero.
- ¡Henderson! - exclamó Robin fingiendo sorpresa - Se supone que tú eres la amiga buena influencia que necesito en mi vida... Olvídalo, también odio esa clase, vámonos de aquí.
Al salir al patio de la escuela Reese le pidió unos minutos a Robin, quería saludar a Joyce Byers unos minutos y preguntar por la salud de Will, a decir verdad, la ojiazul se preocupa genuinamente por Joyce, la considera una madre ejemplar, la admira por ser tan valiente y no dudar en apoyar a sus hijos. Algunas veces Reese se sentía mal, porque le hubiese gustado que Joyce fuera su madre.
Esperaba escuchar mejores noticias sobre Will, pero lamentablemente no fue así, al parecer ningún doctor podría ayudar a que mejore, acorde a Joyce, el niño empeoraba cada vez más, sus pesadillas eran peores, sin embargo, lo que más la desconcertaba eran los dibujos que hacía, llegando a pensar que quizá no eran sueños del niño, sino de un peligro real.
Reese no le dijo nada, pero ella también tenía la sensación de que algo malo estaba a punto de suceder en cualquier instante.
- Hey ¿estás bien? - le preguntó Robin con preocupación.
- Sí, descuida, todo está bien - al menos eso esperaba.
A unos metros de distancia Billy Hargrove observaba a la castaña con detenimiento, había intentado acercarse a hablar con ella en más de una oportunidad, pero siempre parecía surgir algo que cortaba la comunicación. Eso le irritaba, aunque también le hacía desearla más, lo que inició con un simple interés de una noche se estaba convirtiendo en un capricho, Reese Henderson sería suya, cueste lo que cueste, y el primer paso para ello era derrotar a Steve Harrington.
Cuando conoció a Reese en la fiesta de Halloween le dio la impresión que se trataba de un amor no correspondido y ella era la eterna amiga que vivía enamorada del mejor amigo, pero después de observar al castaño durante estos días cambió de hipótesis, y apretó con furia su puño cuando se dio cuenta de que Steve también estaba mirando al punto en donde estaba la ojiazul con una señora.
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I Found You (Steve Harrington/Eddie Munson)
FanfictionReese Henderson vivía en un eterno dilema: por un lado siempre creyó que a su vida le faltaba algo que terminara de darle sentido, y por otra parte tenía miedo de arriesgarse y perderlo todo. Se sentía como una gran bola brillante, haciendo de todo...