Capítulo 16

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1985, Hawkins, Indiana.

La casa de los Byers estaba a oscuras y completamente vacía, era extraño ¿cómo había llegado? Caminó por la sala buscando a los demás. La angustia en su pecho se incrementa cada segundo. Se dirigió hacia la cocina cuando escuchó su voz.

-¿Me extrañaste, preciosa? - Reese quedó paralizada en cuanto vio a Billy Hargrove a unos pocos pasos de donde se encontraba, ¿cómo demonios llegó? ¿qué hacía él aquí? ¿dónde estaban los demás? - ¿Qué pasó corazón? ¿Sólo eres valiente en presencia de tus amigos?

La castaña retrocedió hasta que su espalda chocó contra la pared de la sala. Billy la siguió como un depredador a punto de cazar. Sin prisa y disfrutando cada instante. Aquella sonrisa arrogante característica suya se asomó en su rostro.

-Al menos sabes quién tiene el control, ¿no es así? - preguntó chocando su aliento contra el de la chica - Te hice una maldita pregunta, Reese. Responde.

No podía moverse, ni siquiera hablar, era como si un frío intenso se hubiese apoderado de su cuerpo dejándola estática ante la situación. Nadie vendría a ayudarla, y ella tampoco era capaz de defenderse.

Las manos del rubio se dirigieron a su cuello apretando con todas sus fuerzas. Reese intentó alejarlo, pero no pudo. En cambio, miró los ojos de Billy, los cuales ya no eran azules, sino completamente negros.

-Lo único que sabes hacer es arruinarle la vida a los demás, Reese, y por eso nunca serás feliz - sentenció, pero aquella no era su voz, sino la de su padre.

El llanto de Dustin se escuchaba a lo lejos cada vez más fuerte, junto a los gritos de su madre que yacía en el suelo intentando ponerse de pie.

-Es hora de que aprendas la lección de una maldita vez.

Jadeó cuando abrió los ojos y llevó una mano a su pecho agitado, intentando calmar sus respiraciones. Sus ojos recorrieron su habitación intentando tranquilizarse.

Sólo fue una pesadilla, se dijo a sí misma.

Miró hacia el reloj para ver la hora, aunque realmente no tenía ningún apuro, la escuela había terminado y sus vacaciones de verano no resultaban tan interesantes como ella esperaba.

Dustin insistió en ir a un campamento de orientación y volvería en un mes, era la primera vez que se separaba tanto tiempo de su hermano pequeño, bueno, ya no era tan pequeño.

Reese debía asimilar la idea de que Dustin estaba creciendo y poco a poco iría formando su camino, igual que los demás niños, quienes estaban entrando a la adolescencia. Algunas veces se cruzaba con ellos en la calle tomados de la mano y le parecía sumamente tierno.

Mientras se duchaba pensó en la posibilidad de buscar un empleo para no morir del aburrimiento y hacer algo útil, tal como Jonathan y Nancy, la pareja había conseguido una pasantía dentro del periódico local de Hawkins, o como Steve y Robin, quienes trabajaban en una heladería dentro del nuevo centro comercial del pueblo.

Decidió vestirse y salir, así sea a dar una vuelta, su casa se sentía tan vacía sin la presencia de Dustin, o de su madre, quien otra vez viajó para visitar a una prima en California.

Consideró en ir al trabajo de Joyce y quedarse con ella durante la tarde, Reese sentía un gran aprecio por la mujer y sabía que eran tiempos difíciles para ella, pues todavía no se recuperaba de la muerte de Bob, pero dio media vuelta en cuanto se percató de que Hopper y ella estaban juntos.

-Hey Reese - la llamó Max dentro del autobús saludando con una sonrisa - ¿Vas a Starcourt?

-Sí, digo, no tengo mucho por hacer hoy, ¿te encontrarás con Lucas? -le preguntó la castaña al ver que la niña venía sola, y se arrepintió de inmediato al ver que bajó la mirada - Oh, lo siento, no debí preguntar.

I Found You (Steve Harrington/Eddie Munson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora