Viejos huesos en llamas

4 : Equinácea

Notas:

¡Oh, mira, es un indicio de una trama!
Advertencia para las descripciones de una infección. En caso de que ese tipo de cosas te hagan aprensivo.

Texto del capítulo

"Déjame verlo."

Azula niega con la cabeza.

"¡Déjame verlo!" Hama repite. 

Azula vuelve a negar con la cabeza, tratando de protegerse el brazo izquierdo. La anciana gime. "Solo quiero verlo, eso es todo, incluso lo toco". Azula no le cree en lo más mínimo. Y ciertamente no confía en la vieja niñera del pantano para curar sus heridas. 

“Solo un pequeño pico”. Hama insiste. ¿Qué crees que dolerá más? Pregunta mientras hurga en unos cuantos cajones de madera que crujen. Azula escucha clics y clacks antes de que la mujer saque un mortero y una maja. “¿Yo o una infección? Déjame verlo." 

De mala gana, Azula ofrece su brazo. Preferiría con mucho a los médicos reales. La mujer inhala y chasquea la lengua. "Chica con suerte." ella murmura. Sólo está un poco infectado. Si me permite prepararle un ungüento y un remedio especial de té de hierbas, probablemente podamos tratar esto antes de que empeore”. 

Azula frunce el ceño pero gruñe un suave "bien". 

“Maravilloso, ya tengo ajo y albahaca. Tendremos que ir a buscar algo de tomillo y equinácea. Algunas otras bayas y hierbas también. Pero encontrarás el tomillo y la equinácea.

“¿Equinácea?”

Hama asiente. “Probablemente hayas oído que se llama equinácea. Muy fácil de detectar. Tiene pétalos de color rosa púrpura brillante y tiene una vaina que parece un cono”.

¿Vas a obligarme a encontrarlos? Soy "

“Estás mimado y…”

Azula se burla, estaba bastante harta de que la mujer dijera eso. “No soy perezoso. He hecho más que la mayoría por la guerra…” Ante esto, Hama parece erizarse. "He sobrevivido a esta jungla durante meses, soy perfectamente capaz". Lo que le gustaría es un descanso. 

Hama golpea un trozo de pergamino en tu mano. "Bueno, es bueno que seas capaz, porque encontrarás todo por tu cuenta". 

Azula parpadea. "Dijiste que lo harías..."

Eres perfectamente capaz. Ella cruza sus brazos arrugados sobre su pecho. "No tuviste problemas ayer".

"Multa." Azula responde con los dientes apretados. Y cuando cierra la puerta detrás de ella piensa que no debería volver. La anciana es irritante y no debería estar fraternizando con los campesinos del agua de todos modos. Pero ella no sabe cómo hacer el ungüento...

Mira la lista; nada más que nombres. Sin descriptores y sin pistas en absoluto. Aparte de la equinácea, no tiene idea de qué tipo de plantas llevar a casa. Ella suspira, no hay problema, ella simplemente arrancará y tirará y traerá una variedad a casa. Al menos una o dos cosas que elija deberían ser correctas, dejará que esa repugnante mujer lo resuelva.