Los Príncipes Imperiales

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"Pero no cambia mi amor, por lo más lejos que me encuentre, ni el recuerdo ni el dolor, de mi pueblo y mi gente"

Julio Numhauser

Los príncipes herederos.

Príncipe Imperial Ángel María José Ignacio Francisco Xavier de Iturbide y Huarte.

05 de diciembre de 1863, 13:00.

Washington, Distrito de Columbia.

Seguía leyendo el documento una y otra vez, sentía ira y frustración mientras lo volvía leer con la ligera esperanza de que este cambiaria pero seguía siendo el mismo cada vez estábamos en una situación más peligrosa que la anterior. Solamente una victoria podría cambiar la situación solamente una. Pero ahora estábamos más cerca de la derrota. Desvíe la vista a una pintura.

Contemplaba una pintura, patriótica y curiosa a la vez. Un general parado en un bote acompañado por diez soldados atravesando un rio de hielo nueve están sentados tratando de guiar el bote sobre las peligrosas aguas, detrás del general uno de los soldados parado con una bandera enrollada al fondo un ejército que lo sigue desde la oscuridad dirigiéndose a la luz de la victoria. Un héroe de guerra, un general que sea de admiración es lo que necesitamos, pero lo perdimos hace un año en Puebla. Volví la vista al cuarto completamente oscuro solamente iluminado por la fogata de la chimenea para mantener un poco de calor en la sala mientras que afuera la nieve caía lentamente al ver al señor Matias Romero, un hombre de tez caucásica con una corta barba que se unía a su bigote y patillas sentado acomodándose su saco mostrando su nerviosismo.

Sabemos algo de mi ahijado- pregunte volviendo la vista a la pintura, pensando en mi misión en este lugar tan alegado de casa.

No sabemos nada todavía- respondió tratando de sonar tranquilo- ni siquiera sabemos dónde se lo llevo su alteza.

Posiblemente se fueron con mi hermano- respondí tratando de sonar seguro- Brasil es el único lugar en el que pueden estar a salvo. Aun que es una ironía.

Su alteza- pregunto un poco desconcertado.

Nuestros mayores aliados Colombia y Estados Unidos- respondí de forma triste- ambos sumidos en una guerra civil, nosotros en una invasión que ni siquiera los españoles consiguieron en la reconquista y Brasil está en constante guerra con sus vecinos e incluso si no lo estuviera están muy lejos para poder ayudarnos. Estamos solos.

Me gustaría pedirle que reconsiderara su petición- me respondió Romero- sobre no informar a su majestad sobre la situación en Colombia.

No necesita saberlo- respondí volviendo la vista al diplomático- necesita estar enfocada en reinar un país en guerra, no en buscar a su sobrino en un país extranjero. Además, estaba acompañado por una pequeña guardia, lo más seguro lo sacaron de la capital antes de que iniciaría el sitio.

Pero si tratan de llegar a Costa Rica- volvía tratar de convencerme el diplomático- si lo capturan los...

No lo harán- respondí mientras me acercaba la chimenea y volvía la vista al telegrama una vez más. "Miembros del Partido Liberal de El Salvador han tomado la capital de la Provincia y han incitado una rebelión, las ciudades cercanas y zonas de otras provincias se han unido a su lucha. Solicitamos órdenes del Capitán General Santa Anna." lo tire a la fogata mientras lo contemplaba quemarse- Guatemala está en una situación muy desventajosa para tratar de unirse con estos rebeldes y Costa Rica no olvidaran 1824, nunca lo olvidaran, ningún centroamericano que tenga memoria olvidara ese año y serán muy tercos e idiotas si no reconsideran su posición.

Si su alteza imperial- respondió con cierto disgusto manteniendo su vista en sus papeles.

Esta situación lo atenderé personalmente- respondí tratando de calmar a mi acompañante- contáctame con el General encargado, repetiremos la misma estrategia de 1824.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2022 ⏰

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