"La muerte no existe, la gente solo mueren cuando la olvidan"
Isabell Allende
Novela "Batallas olvidadas del Imperio Mexicano"
Provincia de Veracruz, Cerro del Borrego a las afueras de Orizaba
13 de junio de 1862. 01:15
Soldado José Guerrero
Todos dormían y descansaban tras cargar el día de ayer los pesados cañones por la gran montana de un kilómetro para bombardear a los franceses, usando el lado por el que no éramos visibles cargamos y con la oscuridad montamos los cañones y los cubrimos para evitar que nos divisen, teníamos las ordenes de no encender antorchas para mantener el elemento sorpresa ahora todos estaban dormidos y los pocos que estábamos despiertos contemplábamos las estrellas que brillaban más que nunca por la falta de la luna para darnos tranquilidad otros observaban las luces de la ciudad y el campamento francés, pero todos nos preparábamos para la batalla que se llevaría a cabo en pocos días, la batalla para empezar a "echar" al mar a los franceses, pero de pronto se escucho el tronar de una rama.
Tranquilo- hablo Mendoza que estaba a mi izquierda- seguramente es un animal que se acercó.
Escucha- hable, pero ahora sonaba algo distinto un sonido peculiar que sería difícil de describir lo había escuchado antes, pero, donde lo había escuchado- al darme la vuelta vi a una persona sobre alguien manteniendo su mano en la boca como si evitara que gritara y la otra con un objeto mientras levantaba la vista, pero al observar mejor logre ver el ligero destello del brillo del cuchillo que llevaba- ZUAVOS.
Ante el grito los pocos que se pararon con una mirada perdida agarraron lo primero que tenía en la mano ante la advertencia, agarre mi mosquete y apunte al zuavo que tenía enfrente y dispare el destello me hizo observar los diferentes cuerpos sin vida de mis amigos y compañeros de armas en el piso asesinados como borregos mientras dormían solo espero que el disparo alerto al resto de la división, al observar a mi derecha vi a Mendoza sacar su cuchillo pero fue agarrado por un zuavo por la espalda cortándole el cuello dejándolo desangrar para intentar atacarme, utilice el mosquete para intentar golpear a mi atacante pero la corta distancia hizo mi cometido imposible apenas deteniendo el ataque, la fuerza de impulso causo que callera al suelo de espalda al final utilizando mis manos peleando por vivir.
Logre ver sus ojos desesperados para matarme mientras utilizaba su peso para hundir el cuchillo, pero de pronto un estallido causo que desapareciera cualquier sentimiento en sus ojos mientras pude desviar el cuchillo y arrogar a la derecha al invasor, al observar a mi derecha vi a un soldado apuntando con la mano izquierda un arcabuz y con la derecha una espada de caballería.
Arriba- grito a lo cual me pare y agarre el cuchillo de bayoneta que tenía a mi derecha y sacando mi arcabuz los pocos soldados que quedaban estaban siendo superados por los Zuavos que los masacraban- no podemos hacer nada por ellos- volvió hablar a la cual deje el campamento acompañando a mi salvador en camino al siguiente campamento en el cual tuvieron mayor suerte al oír el disparo del arma, pero aun así estaban siendo superados por los invasores.
Retirada- grito un oficial que trataba de mantener el orden al resto de sus hombres- retirada.
Pero solo se vinieron un pequeño grupo que agarro las armas más cercanas y continuamos el descenso dejando todo el equipo pesado detrás nuestro. Al descender se veía como las se encendía el fuego de un campamento a unos cincuenta metros mientras más nos acercábamos aumentaban las luces al llegar a menos de diez metros pudimos ver a todos los soldados estaban con sus armas con una mirada asustada mientras otros estaban encendiendo más antorchas.
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Diarios, Cartas y Memorias de un Imperio
Narrativa StoricaEn esta historia el Imperio Mexicano no cayó en 1823 tras una difícil estabilización política y económica logro mantener sus fronteras originales. Esta es la compilación de historias cortas de diferentes personas desde un simple soldado hasta el mis...