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Capítulo 2

—Juro que estaba en el trabajo, puedes llamar a mi supervisora para confirmarlo— insistió el omega aguantando el llanto. 

—¿Y qué pasara? Me darás un numero de la zorra que te esta haciendo coartada para que me mienta— dijo golpeándolo en la cabeza tratando de burlarse.

 —Juro que no es así, digo la verd...— Yuri se quedo callado otra vez cuando su padre lo sujeto del cabello para que levantara la mirada.

—Todos los omegas son iguales, te mienten descaradamente en la cara y se burlan de ti creyéndote un idiota— le dijo apretando mas el agarre.

—Eres igual a la zorra de tu madre, diciéndome que esta con sus amigas cuando en realidad se esta viendo con otro bastardo— Yuri trago saliva sintiéndose asustado.

—¿No lo sabías? Tu madre me engaña con quien sabe quien y ni siquiera tiene el descaro de ocultarlo. A mi no me cumple como mujer, pero va y se revuelca con otros— De repente miro a Yuri y sonrió.

Sin soltar a Yuri, subió las escaleras arrastrándolo hasta su habitación. Lo arrojo hacia la cama y luego cerro la puerta con seguro.

—Los omegas solo sirven para una cosa, es hora de que me pagues por estar cuidando de ti todo este tiempo— dijo desfajándose la camisa.

Yuri se quiso levantar de inmediato, pero recibió otro golpe que lo hizo marearse. Veía todo en cámara lenta, nunca en su vida había sentido tanto miedo y asco. Había soportado mucho, pero ya no más.

Soltó una patada dándole a su padre en el estomago lo que hizo que cayera al suelo, trato de ubicar una salida a pesar de aun ver doble hasta que dio con la puerta del balcón. Se levanto rápidamente y salió por ahí, cuando estuvo apunto de bajar, sintió como su padre lo sujetaba del cabello tratando de detenerlo.

Por inercia movió sus manos arañándole de la cara, logro que lo soltara, pero perdió el equilibrio y cayo sobre su brazo. Se quedo unos segundo en el suelo sintiendo como su brazo le dolía ya que seguramente se había roto. Se puso de pie y comenzó a correr sin rumbo, lo único que quería era escapar de ese lugar.

Corrió hasta que llego cerca del edificio donde trabajaba, ya estaba a punto de llover y buscaba donde cubrirse. Se metió al estacionamiento, estaba oscuro y apenas podía ver algo, de repente un auto que iba de reversa lo golpeo. Cayo al suelo golpeándose la cabeza, vio todo negro y se desmayo.

Otabek bajo del auto rápidamente al escuchar el golpe, rodeo el auto dándose se cuenta que se trataba de Yuri. De inmediato llamó a una ambulancia y se quedó hasta que llegaron. Lo llevaron al hospital para atenderlo y se quedaría internado esa noche.

—Cárguelo todo a esta tarjeta— dijo Otabek entregándosela a la recepcionista.

—¿Cuántos años tiene el chico?— pregunto el doctor.

—20 años, tal vez 21... No lo sé... Llamaré a alguien que lo conoce— respondió Otabek.

—¿Tiene relación con el paciente?— pregunto.

—No, solo es un conocido— dijo buscando su celular.

—Entonces por ley debemos de llamar a algún familiar directo— dijo el doctor.

—No haga eso por favor, creo que la razón por la que está así es por su familia— dijo el alfa.

—Lo siento, pero nosotros no podemos hacer algo, es nuestra obligación hacerlo— respondió el doctor desapareciendo por el pasillo.

—Mierda— se quejo marcando el número de Yuuri.

—Necesito que vengas al hospital ya— dijo Otabek de inmediato.