Capítulo 25

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Sezim entro a la mansión, apenas y podía soportarlo, las feromonas de Inzhu eran muy intensas y la estaban haciendo ceder, pensó que habría alguien, pero por una razón nadie estaba en la parte principal.

Se quedo sentada en las escaleras, con la omega aun en sus brazos, tratando de recuperar algo de su racionalidad para terminar el recorrido hasta la habitación.

—Sezim... Duele...— murmuro la omega respirando agitada.

—Ya casi... Sube... rápido...— pidió soltándola.

—Siento... mi cuerpo... pesado...— jadeo con dificultad.

—Me voy— dijo tratando de ponerse de pie, sin embargo, Inzhu la sostuvo de la mano.

—Suéltame— pidió forcejeado débilmente.

—No me dejes sola... Tengo miedo— pidió llorando.

Sezim no pudo soportarlo mas y se arrojo contra la omega besándola intensamente, podía sentir la dureza en su entrepierna y al frotarse contra Inzhu se sentía bien. Sentía que su racionalidad se estaba perdiendo poco a poco, en un movimiento jalo la blusa de la omega rompiéndola en el proceso.

Inzhu se asusto de la agresividad con la que Sezim la estaba tratando, esta no era para nada la chica dulce de la que estaba enamorada. Trato de huir, pero la alfa la sujeto del cuello golpeándola contra los escalones y aprisionándola, la omega estaba mareada y no podía defenderse.

—Sezim... No... por favor... no quiero...— le suplico llorando a lo que la alfa pudo reaccionar.

La soltó y se dejo caer a un lado, Inzhu trato de huir, pero le era difícil moverse debido al golpe. Sezim sintió otra vez el impulso de irse contra ella, miro sus cosas tiradas fuera de su bolso y tomo el lápiz delineador. 

En un movimiento certero se lo enterró en la pierna, soltó un grito de dolor asustando a Inzhu. La omega se giro para ver, pronto de la herida comenzó a escurrir sangre, pero eso no le importo a Sezim, se puso de pie con dificultad y la volvió a tomar en sus brazos.

Inzhu se sentía mareada y termino por desmayarse. Sezim se dirigió a la habitación de la omega, la recostó en la cama y luego salió rápidamente cerrando con llave. Se quedo sentada frente a la puerta, mirando la llave en sus manos, la arrojo al primer piso y luego trato de ponerse de pie, el dolor la hizo ceder y cayó nuevamente.

Se quedo tirada en el suelo y cerro los ojos tratando de descansar. Eso fue lo ultimo que recordó de ese día.

[...]

Inzhu despertó temprano escuchando el ruido afuera de la habitación. Aun se sentía cansada y realmente no recordaba nada de lo que había ocurrido, pero se asusto al ver su ropa toda rota. Se puso de pie y salió de la habitación, afuera estaban sus padres siendo gritados por el Sr. Altin.

—Oh... Aquí esta la estúpida... ¿Se siente bien su majestad? ¿No quiere que le lleve el desayuno a la cama?— dijo el hombre.

—Sentimos mucho el comportamiento de nuestra hija, señor... Le juramos que no volverá a pasar— dijo Calina.

—¿Qué acaso son idiotas o que? ¿No escucharon? No habrá otra oportunidad, quiero que se larguen de aquí ahora mismo— les grito furioso.

—Por favor, señor... No tenemos a donde ir, al menos denos unos días— pidió Faddei.

—Debieron pensar en eso antes de traer al mundo a una hija tan fácil... No quiero ni imaginarme que hubiera pasado si mi hija embarazara a esta— dijo mirando a Inzhu con asco.

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