Para los omegas, vivir en paz era casi imposible y mas para aquellos omegas que eran como Hyunjin, tímidos y delicados. Un omega, que según palabras del hombre que tenía por padre, solo servía para dos cosas "Para complacer en el sexo y para tener hijos".
Hyunjin se presentó como omega a los 14 años y desde entonces, supo adivinar que su vida siendo un omega no sería ni un poco fácil, pues tan solo una semana después de haberse presentado, fue su propio padre quien le enseñó cuán cruel podía llegar a ser el mundo.
Le dio la espalda, negándole cualquier tipo de apoyo o cuidado, comenzó a pretender que a que el pequeño chico no existía, exponiéndolo incontables veces a los alfas borrachos que diariamente dejaba entrar a su casa, dejándolo con hambre por días, convirtiendo al pequeño omega en un sirviente, hasta que finalmente un año después, los abandono.
Meses antes de cumplir los 16, tuvo que aprender a ganarse la vida, por su mamá y por él. Debía admitirlo, la vida si le tuvo algo de compasión. Dos meses después de que su papa los abandonará, su mamá enfermo gravemente, por nada mas y nada menos que un lazo roto, la teoría de su grave estado, según los especialistas, era que ese hombre que decía amar a su mamá, había mordido a otra persona. Decían que ese era el que más dolía de todos los lazos rotos, y no era como si existieran muchos tipos.
Por eso mismo, aunque le reprochará bastantes cosas a la vida, le agradecía que su mamá siguiera con el. Aquella omega era la razón de todo lo que hacía, desde sus estudios hasta su trabajo. También agradecía que con 18 años, tuviera un buen trabajo que le permitiera ayudar a su mamá con todos los gastos.
Su mamá, también era razón la por la que el pretendía ser un beta, tomando inhibidores de olor cada 3 horas, cuando se encontraba fuera de su casa, sí, su salud estaba muy mal. Ocultaba su olor todos los días, y nadie en su universidad o trabajo, sabía que el no era un beta. Solo su mamá y el sabían que era un omega y solo el sabía de las pastillas.
Corría muchos riegos haciendo lo que hacía pero también se salvaba de muchos otros, como deshacerse de los molestos alfas que se acercaban a el creyendo que era un omega, para Hyunjin era satisfactorio ver la decepción que se llevaban al no notar ningún olor en el.
—Cariño, ¿No iras a la escuela? — La dulce voz de su mamá lo saco de sus pensamientos, la observo entrar con delicadeza a su cuarto, asomando primera la cabeza y luego dejándose ver vistiendo aquel vestido que el le había regalado para que usara en una ocasión que ella considerará especial.
—Mamá...te ves preciosísima. ¡Dios mío! Tengo a la mamá mas hermosa de la tierra. — No se quedó con las ganas de apretar las mejillas de su mamá y plantarle un beso en la frente.
—Jinnie...me das cosquillas, amor. Para.
—Perdón mami, es que te ves muy bonita...Espera ¿A donde irás, eh? — Alzo sus cejas sonriendo sugestivamente y recibió un manotazo de su mamá.
—Mocoso.
Las carcajadas del bonito omega no se hicieron esperar logrando que su mamá se riera con el.
—Solo iré a cenar con una amiga, es una alfa bastante linda...me gustaría que la conocieras..
—Mmh, ¿Amiga? Mas bien yo diría que esa alfa te trae por las nubes, má.
—Una más y te castigo. — Su mama y el se vieron sin poder aguantar las carcajadas. —Me iré a las 7 y espero regresar antes de la media noche, ¿Si? — Como un niño pequeño, el pelinegro asintió.
— Te dejaré tu cena lista, amor. No te estreses mucho, no es bueno para tu salud— Le tomó la cara con ambas manos, observando atentamente a su bonito hijo y notando en seguida las enormes ojeras que se escondían abajo de sus bonitos ojos — Cuando me den mi ascenso, te prometo que te sacaré de trabajar para que puedas disfrutar de tu vida como debe ser...
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¿? |HYUNHO|
FanfictionEsta historia será borrada algún día cercano. Cuando la nueva versión este un poco adelantada.