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El cafetero luego de almorzar miro a Rosa y le hablo.

— Hoy quiero ir al pueblo.— comento haciendo que la sirvienta lo mirara soprendido.  Rusia no estaba y  era él que le permitia o no salir.

— creo que eso no va a ser posible, Señor.— el moreno miro a Rosa  y esta parecia inquebrantable.  Una seguidora ferviente de las reglas.

— Solo quiero conocer un poco y comprar semillas. Ya que no encuentro las que tenia— alego haciendo que la dama lo mirara con sorpresa.

— no las encuentra? ... no puede esperar hasta que el señor venga?— alego rosa un poco preocupada por la insistencia del cafetero.

— .. Quiero respirar un aire diferente.  Me aburro aquí. Solo quiero salir un rato— dijo mas determinado y Bogota suspiro.

— .. Sí,  salir un rato le vendría bien.— comento Rosa sorprendiendo a colombia.  Realmente habia escuchado bien?.
El cafetero le sonrió y la dama también lo hizo.

—.. gracias —
Alego y sin darse cuenta Bogota le lanzo una pequeña sonrisa bastante complacida.
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El carruaje ya estaba listo y Colombia se lleno de mucho valor. Que era lo que le iba a decir. Que era lo que Colombia queria escuchar?

En uno de los bolsillos de su pantalón el cafetero tenia la carta para Panamá y a su lado estaba una joven y antipática criada. Deshacerse de ella sería muy sencillo.

Rosa no podía irse del palacio.  Ella era quien remplazaba a Moscú cuando el se iba y tenia mucho trabajo.

Asi que podia perder fácil a la dama.
El rubio miraba por la ventana al colorido y pintoresco pueblo. Se veian muy animados  y prosperos. Los niños saltaban mientras que sus madres le gritaban preocupadas.  Vendedores ofrecian su producto mientras los interesados se acercaban. Algunos muchachos cargaba pesados sacos de arina o papá  y lo ponia en una carretilla. Y por primera vez desde que llego a este imperio se sintió en casa.

Sonrio de manera genuina mientras  disfrutaba de las vistas.  El carruaje paro en cerca de la tienda de botánica.  La plaza y el pueblo en si estaba muy lleno perfecto para perderse de vista.

Señor que semillas necesita — pregunto algo fastidiada la criada, pero no hubo respuesta por parte de Colombia la que lo hizo suspirar.
《 genial,  este estúpido extranjero aun no entiende el idioma.  Que molesto》

Penso para luego poner una sonrisa amable y voltear a donde se suponía que debia estar su señor pero vaya sorpresa.  No estaba ahi.

bien,  manten la calma. Debio ver otras cosas y volvera. Solo esperemos— penso la dama mientras que empezaba a vagar por el pueblo y mirar cosas.

El cafetero aceleraba el paso mientras voletaba la cabeza de vez en cuando para fijarse si habia perdido de vista a la empleada y en efecto ya no la veía.

Suspiro y empezó a buscar el punto de encuentro. En la carta decía que era en una taberna de la cual  que colombia no pudo recordar el nombre,  Segun el era vino y algo.
Asi que se guio por eso.

Camino unos minutos antes de ver el gran cartel. Rosas y vino.

《 bueno cerca.》

Carraspeo su garganta y dudo por un segundo si esto era buena idea, pero intento no dejar que la duda lo consumiera y simplemente entro.

Buscaba con la mirada a Letonia aunque no tenia idea de como se veía, lo único que sabia era que él  si lo conocía. Así que buscaba o alguien extremadamente sospechoso  o alguien muy ostentoso y que destacará.

༒︎𝐌𝐢 𝐒𝐮𝐛𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨 ༒︎ ఌ︎ 𝘳𝘦𝘦𝘴𝘤𝘳𝘪𝘵𝘢 ;)ఌ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora