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Parte 5: trato

Westeros: Islas de Hierro

La fuerte brisa costera inundaba las fosas nasales del rey, observando todo recargado en el muelle, sonriendo ante la cantidad de cosas que habían sido saqueadas.
Más bien, que habían pedido prestadas.
Sus tres barcos estaban llenos de oro, plata, hierro y otras piedras preciosas, apenas llegando de haber navegado más allá de Westeros y tomar todo aquello para él que solo lo hacía por diversión, no por beneficio propio.

Suspiró tomando una pequeña bolsa que estaba llena de monedas de oro y la tanteó guardando algunas en su bolsillo y caminando hacia su castillo, dispuesto a dejar que los demás hicieran su trabajo y descansar.
Cuándo estaba apunto de salir de la costa un grito lo hizo voltear.

- ¡Cuervo!

Sus ojos se iluminaron cuál diamante como los que había robado, mirando al cuervo ir hacia él como si supiera su trabajo y Hoseok Greyjoy dejó que aterrizará en su dedo índice y tomó la nota con rapidez, haciendo volar de nuevo a la ave.

- Ah, mi querido lobo... - Sonrió haciendo que su sonrisa en forma de corazón apareciera y doblo la carta, analizando el barco que estuviera casi vacío y tomó el suyo, el principal y el más pequeño. - Iré a Winterfell. - Habló en voz alta. - Cinco de ustedes me van a acompañar, los demás, guarden todo ésto, ya saben, sin que sepan que aquí hay más oro y plata de lo debido.

Un efusivo "sí, señor" se oyó por todas las Islas de Hierro, quitando las anclas de su barco con ayuda y subiendo a su barco, feliz por ver a su lobo de nuevo y esperando con ansias las buenas nuevas que decía que tenía en la carta.

Westeros: Altojardín.

- El almuerzo está listo, Jiminie.

Seokjin Tyrell se acercó y habló con cautela entrando a un jardín donde se encontraba el Lannister, observando que estaba muy ocupado viendo un pergamino, suspirando cuando llegó a hacerle compañía.
Se sentó frente a él haciendo que varios platillos se posaran en la mesa con una mucama, la que nunca se separaba de Seokjin.

- Gracias Jin, he estado muy ocupado viendo que puedo hacer por Jungkook...

Habían pasado casi cuatro días desde que se enteró de lo del Targaryen, haciendo un berrinche desde que supo que también lo habían encerrado en Altojardín y exigió a su hermano que intercediera por él.
Pero Taehyung no podía hacer nada si no quería ser regañado.

- Oh, eso del Targaryen, ¿Cómo va el tema?

- He estado en contacto con el informante de Taehyung y me dice que el tipo es un auténtico Targaryen. ¡Hasta tiene el cabello blanco!

Seokjin se hizo el sorprendido siguiéndole el juego a Jimin y él simplemente le extendió un pequeño papel, pudiendo divisar una imagen y lo tomó.

Pudo ver la silueta del hombre, el cabello blanco como las rosas blancas que tenía a un lado, ojos grandes y de color púrpura realmente hermosos, con un brillo magnífico, facciones varoniles que lo cautivaron en cuanto lo observó, labios rosados y gruesos que le hizo tragar saliva con tal de no suspirar.
Cómo cualquier otro, fue cautivado, sintiéndose extraño por la nueva sensación que sintió.