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parte 12: si quieres seguir vivo

Westeros: Altojardín.

Los hermanos Lannister estaban sentados frente al río que había en el lugar, Taehyung cruzado de brazos, pensando en el día en el que vió a un dragón ahí donde estaban, en Altojardín. Seokjin no había mencionado nada, ni siquiera como una anécdota.

Un sirviente les estaba llevando té, Jimin mirando de reojo como se acercaba y dejaba la tetera sobre una mesa y sirvió en las dos tazas para luego ofrecerlas y las tomaron.

—¿Se les ofrece algo más? Mi señor me puso a sus órdenes.—Él se inclinó con una charola en sus manos y Jimin miró a su hermano antes de hablar, él dándole aprobación para decir lo que suponía que iba a decir.

—Sí, algo pequeño. Si tu lord te puso a nuestra disposición, ¿Serías honesto con nosotros?

El sirviente lamió sus labios y se puso nervioso, sin entender mucho a lo que se refería y asintió lentamente con la cabeza.

—¿A qué se refiere, príncipe?

—Me refiero a...—Se acomodo mejor en su asiento.—Si tú quieres lo mejor para Seokjin me responderás una cosa.—Y se levantó, el sirviente retrocediendo y mirandolo asustado cuando se acercó demasiado a él. —El Targaryen, ¿Ha estado aquí alguna vez? ¿Habló con tu lord o pasaron tiempo juntos?

Tragó saliva abrazando la charola dorada en su pecho, mirando demasiado cerca a Jimin y dudo mucho en mentir.
Pero lo hizo.

—N-no...solo lo ví por aquí en el festival de Altojardín.

—¿Estás seguro? Recuerda que Seokjin dijo que respondieras a nuestras órdenes.

Taehyung estaba inmóvil, bebiendo de su té y mirando el río mientras su hermano intimidaba al sirviente atrás de él.

—Solo lo he visto una vez en mi vida, señor.

Jimin alzó una ceja y el otro tenía los ojos bien abiertos, tratando de lucir lo más seguro que podía. Claro que había visto a Namjoon Targaryen más veces de las que quería, una vez lo llevó a la costa de Altojardín para ver a su rey y le sacó plática, notando que era amigable y amable.
Pero, era fiel de por vida a su gobernante, nunca lo echaría de cabeza.

—Déjalo ya Jimin, si queremos saber algo sabes que yo lo consigo todo cuando quiero.

El sirviente pudo respirar cuando el príncipe lo dejó, regresando a su lado con su hermano y él seguía sentado sin mirarlo y sin moverse, moviendo la cabeza para dirigirse a él solo una vez.

—Puedes irte.

Se fue asustado y con la respiración temblando, directo a la sala de juntas.

—Estaba mintiendo.—Jimin bebió de su té.—¿Tienes listo a tu informante?

—No, parece que nadie aquí acepta sobornos.

—¿Intentaste con esa mucama que no se le despega a Seokjin?

—Por eso, parece su sombra. No puedo ni siquiera hablar con ella.

—Vamos a seguir acosando a ese, hasta que diga algo.—Miro a su hermano que asintió y también giro a él, ambos serios.

El joven que antes había sido retenido por Jimin, tocó con nerviosismo la puerta, escuchado una voz femenina del otro lado y suspiró tranquilo tratando de lucir bien y miro a la madre de su rey escribiendo algo y dejó de hacerlo cuando lo notó, haciéndole señas para que entrara.

—¿Qué sucede, niño?

—Mi señora...vengo a decirle que los Lannister están investigando sobre el joven Targaryen, me preguntaron si lo había visto por aquí.