Capítulo 6 - Época de cambios

18 6 12
                                    

Llegó el otoño, con sus suaves y frescas lluvias, tiñendo todo el paisaje de amarillas hojas secas. Vir y Gabriel comenzaron a pasar su tiempo en la galería al calor de la hoguera o en el hogar del living. La casa de Vir era el lugar favorito de todos sus amigos. Su vida había cambiado, pero no dejaba fuera de ella a nadie. Gaby amaba esa parte de ella; la ternura para con sus amigas, para con sus afectos, cuidaba de todos. Tenía mal carácter cuando tenía sueño, pero estaba siempre de buen humor al levantarse, se olvidaba de absolutamente todo. Perdonaba los errores de los demás en 1 segundo, con soltura y amaba sinceramente a las personas de su vida. Tenía un profundo amor por los animales, incluso le contó que estaba decidida a ser veterinaria, él le creyó porque Vir tomaba decisiones y las mantenía. Comenzaron a estudiar juntos, así podían compartir todo el tiempo posible. Ese otoño se presentó particularmente frio y con sabor a invierno .

El mes de mayo trajo nuevamente el cumpleaños de Gabriel, el cumplió 23. Virginia le regaló ropa, lo cual a Gabriel le fastidiaba mucho comprarse por sí mismo. Esa mañana llegó temprano a su casa y le preparó un desayuno para ir a despertarlo. Sus padres estaban muy felices de ver que Vir amaba sinceramente a su hijo y la ayudaron en todo. Él se despertó con la sorpresa de su novia y no pudo disimular su alegría. Nunca había vivido todo esto y ahora que lo hacía estaba fascinado. Ella no solo cumplía todas sus expectativas, siempre iba más allá y lo sorprendía. Su sola presencia era el mejor regalo en su vida. 

El 12 de mayo fue el gran festejo de cumple con todos sus amigos y familia, se divirtieron mucho y decidieron quedarse todos celebrando en casa en lugar de ir a alguna discoteca. Sus padres le dieron todos los gustos, estaban muy orgullosos de que finalmente con 23 años, había logrado encaminar su vida, no podían creer lo feliz que era y como llevaba su trabajo, la carrera, su noviazgo. Era innegable de que Vir con su amor, le había hecho el inmenso regalo de la estabilidad que tanto necesitaba. Estaban pasando el mejor momento de sus vidas como pareja, y con su familia.

Gabriel trabajaba en la empresa de sus padres, que se dedicaba a la construcción. Poco a poco fue aprendiendo todo lo que necesitaba para algún día hacerse cargo. Su mamá Johana era arquitecta y su papá Javier ingeniero civil, se conocieron en el primer año de la universidad, formaron una sólida familia y una empresa exitosa. Eran un matrimonio muy estable, que tuvo sus altibajos, pero estaban llenos de sabiduría. Habían permanecido juntos a pesar de las tormentas que se les habían presentado, eran todo un ejemplo por seguir para quienes los rodeaban. Eran amigos, socios, compañeros y familia.

Los primeros días de mayo había llegado una invitación para asistir a una boda, de la ahijada de Johana y Javier. Pero no fue hasta la semana siguiente a su cumpleaños que Gabriel le contó acerca de la boda a la que estaban invitados. Esa noche, mientras tomaban un café frente a la fogata de la galería, hablaron de la fiesta. Mel todavía no había llegado a casa por una cliente de último momento que solo quería ser atendida por ella, por lo que aprovecharon el tiempo extra a solas y Vir le dijo que si iría a la fiesta con él.

Comenzaron a besarse frente al fuego, algo se encendió además de la fogata. Fue un beso diferente. El pasó sus manos por sus pechos, recorrió su espalda y la atrajo hacia su cuerpo con anhelo, Vir no se apartó, se subió a su regazo, mirándolo de frente, dejando una pierna a cada lado de él. Mientras lo acariciaba con sus manos de una manera muy suave, lo besaba. Gabriel Lentamente continuó el recorrido llevando sus besos hasta su escote, besó con suavidad uno a uno sus pechos, Vir disfruto de sentir el contacto en su piel, mientras la sostenía del trasero. No era la primera vez que llegaban tan lejos, incluso más aún, pero Gabriel se separó completamente jadeando mientras le decía:

- Si seguís besándome así, no sé si sea capaz de detenerme

- Ohh lo siento, no lo pensé, sé que has hecho un esfuerzo enorme

La distancia que nos separaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora