Capítulo 25 - ¿Cómo continúa la vida?

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Los días pasaron, Vir no probaba bocado, estaba preocupantemente delgada y parecía ida la mayor parte del tiempo. Nunca la dejaban sola, pero ella a veces daba la impresión de no percatarse de que había gente a su alrededor. Prefería estar a oscuras, le molestaban los ruidos y solo se levantaba para bañarse, cambiarse y volver a usar alguna prenda de Gabriel. Estaban todos muy perturbados por la situación.

Fede volvió a sus actividades, después de cuidar de su mujer y de Vir varios días. Lo hizo a regañadientes porque no quería dejarlas solas aún, le parecía muy pronto. El mismo estaba sufriendo porque adoraba a Gaby, había aprendido a quererlo con los años juntos.

Así mismo la vida de Mel estaba completamente alterada, trataba de salir solo cuando la joven estaba acompañada. Tenía terror de que Vir se hiciera daño. Con el correr de los días, comenzaron a creer seriamente que ella iba a necesitar una terapista para poder continuar, parecía que estuviera dejándose morir lentamente, pero, ¿cómo se sigue cuando se muere el amor de tu vida?

Todos tenían la sensación de que era una profunda injustica lo que les había tocado a estos jóvenes.

Habían pasado poco más de tres semanas desde la partida de Gaby, cuando Germán llego visiblemente triste a la casa de Vir, Mel le dijo:

- Hola Ger, ¿cómo están en tu casa? No he podido ir a verlos, porque no quiero dejar a Vir sola ni un minuto

- Está bien Mel, mis padres están como pueden, muy tristes, Cam está como que no cae y yo... bueno hago lo que puedo. Me apoyo en mi mujer, pero es difícil para todos.

- ¿Qué necesitas?

- Necesito ver a Vir, hablar con ella, ver cómo está

- Sinceramente es como que no está, en realidad está ausente, es casi un ente. Es muy doloroso ver a mi hija así. No sé qué hacer. Ger, ¿de casualidad te podés quedar al menos una hora acá? No quisiera llamar a las chicas porque no estoy segura de que Vir quiera verlas

- Si por supuesto... si necesitas salir andá

- Si, necesito pasar a dejar cheques en los salones e ir al supermercado, pero no debería demorarme más de una hora

- Ok me quedo sin problemas, andá tranquila, yo me encargo de cuidarla.

Mel se marchó y Ger subió a ver a Vir. La encontró hecha un espanto, demacrada, ojos desfigurados del llanto, absolutamente hundida en una silenciosa y oscura habitación. No se parecía en nada a la mujer que unos días atrás había sonreído todo el tiempo y brillaba.

- Hola Ger, lo saludó, fue más bien un lastimero susurro. A causa del insistente llanto, su voz se encontraba alterada.

- ¡Oh, nena! Le dijo, luego se aproximó a ella y se abrazaron mientras Ger le daba un sonoro beso en la frente. Necesito hablar de algo con vos, le dijo a continuación

- Ok, respondió la joven

- Cariño ¿cuándo fue la última vez que tuviste tu periodo?

- Mmm no lo sé, dudó Vir, creo que fue durante el viaje como el 15 de marzo, ¿por qué interesa eso ahora? Respondió algo incómoda

- Dame un momento y ya te explico, ¿Cada cuanto menstruas?

- Normal supongo, cada 30 días, cuando comencé con la inyección estuve algunos meses sin hacerlo, luego cada 45 días

- Bien... cariño estamos en junio, tenés un atraso

- Ohh

- ¿No te preocupa?

- No la verdad que debe ser a causa del estrés, durante el viaje me paso más o menos lo mismo, me puse bastante odiosa durante una etapa del recorrido en la que parecíamos nómades; al decir esto, el recuerdo volvió muy nítido y la atravesó una puntada de dolor.

La distancia que nos separaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora