Capítulo 53 Ben y Kate

12 5 0
                                    

En Londres aterrizaba el vuelo de Ben junto a Kate, como todo un caballero, la acompañó a su casa. Ella le agradeció por su gentileza y con marcada irreverencia, él se despidió de ella con un beso robado. Kate sonrió ante la actitud de él, lo invitó a pasar, pero él respondió:

- Quiero hacer bien las cosas ésta vez, me gustaría conocerte

- Eso me agrada

- Aparte quisiera que ayudemos a nuestra amiga, no me voy a ir a mi hogar hasta que hagamos todo eso

- Me parece muy bien ¿ mañana hablamos? 

- Por supuesto

Al llegar al hotel donde iba a alojarse por unos días, Ben se quedó pensando en la manera en que había visto a Virginia por primera vez, tan bella, graciosa, franca y amable. Sintió mucha impotencia al verla sufrir durante los últimos meses, porque la vio apagarse, había perdido el brillo que la caracterizaba, no así la voluntad de hierro que poseía. Él había llegado a conocerla realmente y saber que era una mujer maravillosa.

Las mujeres que habían estado en su vida tenían todas algo en común, no habían sido apreciadas, en eso se parecía a Charlie Hudson, hoy con la distancia y las comparaciones lo veía con claridad. Algunas lo amaron, otras solo sacaron una suma de dinero.

Pensando en su amiga, recordó el invierno en el que coincidieron esquiando, ella se acercó a él, le habló con mucha franqueza respecto a lo que había visto de la modelo italiana que lo acompañaba. La joven había ido una fiesta privada, sin dudarlo se había retirado con uno de los amigos de Vir, Luciano, quien había aprovechado la situación.

La bella mujer no dudó ni un segundo en irse a la cama con el primer joven apuesto que consiguió bajo sus narices. A él no le importaba en absoluto, era solo otra acompañante del momento, pero esa noche, Vir le hizo un regalo mucho más grande, su amistad. Ella se había encargado de hacerlo cambiar de idea respecto de manejar las cosas con algo de tacto y no con la ira asesina que lo invadía. Ese pequeño acto, le demostró algo de Vir que Ben apreciaba más que nada en el mundo: la lealtad.

Esa mañana Vir le envió un mensaje y lo invitó a desayunar. Mientras lo hacían le contó quién era su amigo Luciano y lo que significaba en su vida. Así llegó a saber la historia que no conocía del padre de Roma. Luego le relató cómo la noche anterior, su amigo había pasado la velada extendida junto a "su novia". Se permitió darle un consejo, cosa que le resultó de lo más divertido:

- Ben, me imagino que las mujeres hacen fila para estar con vos

- No sé si es así, al menos no siempre las que me interesan

- Quizás deberías mostrarte como sos y dejar de tratar a las mujeres como un adorno, respetarlas, y por qué no darte la oportunidad de amar a alguien

- Eso lo tomó desprevenido, ni por un segundo la había engañado.... parecía que hubiese visto a través de él, sonriendo le dijo:

- Siempre me gustó tu franqueza

- Me importas Ben, como amigo claro, pero me gustaría verte con alguien que te haga tener los pies sobre la tierra y verte sonreír, no alguien para exhibir

- No todos tienen la suerte de Charlie

- Uff gracias, pero no soy ningún premio, más bien fue muy complicado todo entre nosotros, lo sigue siendo

- No lo sabía

- No todo es lo que parece... pero creo que podrías ser feliz si te das la oportunidad de conocer a alguien de nuestra edad, no digo familia ni cuento de hadas, pero amor real

La distancia que nos separaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora