A mediodía, Roma no había despertado aún y Vir se preocupó, pero Germán la calmó en el teléfono diciéndole que la dejara descansar que era totalmente normal. Vir y Charlie comieron en la cocina, mientras acariciaban la panza. Charlie le hablaba al bebé y Vir sonreía.
Alrededor de las 4 de la tarde, Roma apareció en pijama y con dolor de cabeza, apenas vio a su madre la abrazó y comenzó a llorar.
Vir no pudo decir nada, tenía un nudo en la garganta de solo imaginar lo que pudo ocurrir.
- Cariño esto no puede volver a suceder.
- Lo sé mamá, lección aprendida, igual imagino que estoy castigada
- No serviría de nada, quiero que aprendas a tomar decisiones, a valorar la libertad que tenés y a cuidarte.
- Gracias mamá
- Enseguida va a venir German a verte, está muy preocupado
- Si mamá, anoche lo vi así, me sentía muy mal, aun me siento rara
- Van a tardar unas hs más en irse los efectos del alcohol y las drogas que te pusieron en tu bebida. La cabeza puede dolerte unos días, pero vas a estar bien.
Charlie las observaba y Roma lo miró con cariño, se dirigió a él y se refugió en sus brazos, Charlie la cobijó con mucho afecto y le dijo:
- Tranquila princesa, todo irá bien,
La joven lloraba en los brazos de Charles, a Vir la conmovió, nunca había notado, cuanto había necesitado Roma a su padre, en dinámica familiar. Germán había sido su padre, pero no era lo mismo el vivir junto a él.
Charlie tomó el anillo de su bolsillo y le dijo:
- Esto es para vos
- ¿Qué es? Preguntó Roma
- Un anillo que nos representa a los 4, mamá afortunadamente ha decidió darme una oportunidad y vamos a ser una familia los 4
- ¿en serio? ¡¡ No podría ser más feliz!! ¡Gracias Charlie, gracias mamá!
- ¿Estas feliz?
- ¡Claro que sí!
Se puso el anillo y se los mostró con alegría, luego inspeccionó el de su madre y quedó maravillada, le dijo a Charlie:
- Quedó mucho más hermoso que en el diseño de papel
- ¿¿Vos sabias?? Dijo Vir sorprendida
- ¿Saber? Ayudé a diseñarlo, sino tendrías una piedra de dos kilos
- lo sabía
- Pequeña soplona, le dijo Charlie con una sonrisa cómplice
Después de comer algo liviano, Roma se bañó y se vistió todavía tenía jaqueca y una angustia lógica por lo vivido. Se instaló en el sillón a ver televisión mientras hablaba con Char y su madre. Allí estaba medio acostada cuando llegó Germán. Tenía cara de preocupado, claramente no había podido pegar un ojo durante la noche. cuando la vio, se acercó lentamente y la abrazó conmovido.
- Mi pequeña niña ¿cómo es posible que te expongas de esta manera sin pensar en nosotros? ¡Tu mamá con su pancita tuvo que ir al rescate! ¿Por qué no me llamaste?
- Es que estabas lejos y solo pensé en mamá
- Si querida, eso está bien, pero sé que podés tomar mejores decisiones que mentirnos y beber con un montón de extraños
- Lo sé, no volverá a ocurrir
- Sé que no
- Hay novedades
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La distancia que nos separa
RomanceVirginia es una chica hermosa e inteligente, quién no imagina que conocerá al amor de su vida siendo muy joven. Ese amor la llevará a vivir un viaje que sorpresivamente lo cambiará todo. A su vez, Virginia descubrirá oscuros secretos familiares que...