Capítulo 63 Dolor

16 4 0
                                    

Esa mañana Mike Allegrino, oficial de la interpol, decidió salir con su hija de paseo. La chica había crecido entre sus ausencias, las que le habían costado su matrimonio, el tercero. El primero había sido un amor presuroso de juventud, el segundo había terminado antes de empezar y el tercero, a fuerza de amor, había durado 10 años, hasta que su esposa no pudo más con la soledad y decidió no hacer más preguntas. Solo se dignó a enviarle los papeles de divorcio a través del abogado. Había tardado dos años en entender que ella tenía razón, que había dedicado su vida a su carrera, y que nunca había podido hacer algo realmente importante. Su carrera no había estado plagada de aventuras, y le había costado al amor de su vida, Linda.

La hija de ambos estaba comenzando una nueva etapa escolar, y él decidió que tenían que pasar tiempo juntos, llevó a la chica de paseo, le compró todo lo necesario para el colegio, y luego fueron a recorrer el puente sobre el Támesis que tanto amaba de niña. Se pararon en un pequeño lugar cerca del mismo y la chica vio pasar al actor que tanto admiraba junto a su esposa, le pidió un autografo y la mujer fue muy dulce con la chica, le ofreció sacarle una foto con su esposo. Era preciosa, pero esa belleza singular, plagada de un interior rico. La chica quedó fascinada, luego los vio irse de la mano con ternura. Le dijo a su padre:

- Ese es Charlie Hudson papá

- Lo sé querida

- Y esa es su esposa, es argentina creo, o algo así, es muy bonita y fue muy amable

.-¿Así fue?

- Si papá se los ve muy enamorados, ¡¡quisiera ser esa chica!!

- Está embarazada

- Bueno papá es él bebe de Charlie, también lo tendría

- Ay querida, que idea tan absurda, respondió Mike blanqueando los ojos

Mientras la chica pedía algo para comer, vio que la esposa del actor bebía algo tranquilamente, mientras también se tomaba un momento en la orilla del puente, luego escuchó sonidos de detonaciones y otros que no logró identificar; instintivamente buscó a su hija y la cubrió con su cuerpo, hasta en una fracción de segundos protegerla en un pequeño espacio al costado de la vía. Cuando levantó nuevamente la vista, vio que la pequeña mujer que había conocido unos segundos antes, estaba siendo brutalmente atacada, y al lado de ella otro hombre atacaba a una niña, no dudó en sacar el arma y le disparó al atacante de la niña, luego, casi demasiado tarde, le disparó al hombre de negro, justo en la cabeza. Este cayó con todo el peso sobre la mujer herida y embarazadísima, quien se golpeó la cabeza con fuerza contra la baranda. Había llegado muy tarde. Se paró y corrió hasta la mujer, corrió el cuerpo del asesino y buscó el pulso de la mujer, vio en ese momento que llegaba el actor corriendo y gritaba, la tomó entre sus brazos, estaba completamente desesperado.

- Sr. Hudson, tiene que detener el sangrado, la ayuda está en camino, por favor cálmese

- ¡Ella no respira!

- Si lo hace, su pulso es débil, pero está perdiendo mucha sangre.

Tomó el pañuelo de Vir y con el empujó la herida del cuello, al limpiar la sangre vio que el corte era superficial; luego miró las manos, una de ellas, estaba bastante herida, pero el brazo se había llevado la peor parte, la clavícula parecía fracturada por el golpe y del vientre afloraba muchísima sangre. Charles lloraba y estaba en shock.

Ambos comenzaron a escuchar unos minutos después el sonido de las sirenas, la ayuda estaba llegando. Ojalá se salvara la mujer.

Charles firmaba autógrafos, cuando miró a Vir, quien lo observaba con dulzura desde lejos, amaba a esa mujer más que a si mismo, más aún, amaba su pancita, que contenía el fruto de su amor, un milagro con forma de bebé. "su" milagro.

La distancia que nos separaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora