-Anuncio importante al final del capitulo.
CAPITULO 10.
PEQUEÑO ALIEN.
Los labios de Mike son suaves y dulces, es tan maravillosa la lentitud y destreza con la que se deslizan entre los míos. Hago una corta pausa en la que sonrío y continúo con el beso.
Mi corazón se acelera y todo en mí se siente rejuvenecido.
Es increíble la magia que tiene un beso, es indescriptible la facilidad con la que eleva tu nivel de dopamina y es inevitable sentirte feliz.
Pero claro, no se trata del beso, se trata del amor por esa persona.
Nuestros besos son largos, la hermosa descarga de mariposas en mi estómago me impide dejar de besarlo.
Pero el tiempo se desvanece de una manera increíble y cuando caigo en cuenta, mis labios ya están hinchados y reclaman un descanso. Me separo de él muy lentamente y recargo mi cabeza en su pecho, inhalo su aroma y él rodea mi cintura con sus brazos.
―Amor... ―murmuro. Levanto la cabeza y lo miro a los ojos―, busquemos a tu amigo alíen.
Mi novio asiente y nos giramos para ver de frente la enorme pared azulada, me pregunto dónde estará éste pequeño ser.
Mike me mira con una sonrisa de oreja a oreja y da un paso al frente sin soltar mi mano. Levanta su otro brazo, forma un puño y da tres golpes en el cristal con fuerza. Posteriormente se aleja y regresa a mi lado.
Lo miro extrañada, ¿que fue eso?
Regreso la mirada al frente, no entiendo porque estoy esperando que alguien salga de algún tipo de puerta camuflada y nos diga "¡hola terrícolas!" Pero de alguna manera, eso es lo que estoy haciendo. Sin embargo después de un momento nada pasa y confundida me giro para ver a Mike.
―¿Porqué... ―pregunto pero me interrumpe un ruido grotesco, grito y retrocedo torpemente por el repentino susto, tropiezo con mis propios pies y mi mano se suelta de Mike. En menos de un segundo término en el suelo con cara de espanto.
Mike parpadea confundido y me mira en el suelo por un momento.
―¿Qué pasa? ¿Estás bien?―dice y me da la mano dando una revisada visual a mi cuerpo intacto―. Así tendrás la conciencia Celeste ―murmura ahora con una sonrisa divertida en la cara. Estúpido.
Me ayuda a incorporarme de nuevo pero me pongo roja.
―¡No le veo lo gracioso! ―acuso con los ojos entrecerrados y presiono los labios con fuerza. Ahora suelta una risa natural y despreocupada.
―Tu solita te arrojaste al suelo y ahora haces una mueca divertida. Créeme, es gracioso ―dice con una sonrisa grande.
―Eres un tonto ―digo molesta y me suelto de su mano.
―Pero así me ama, mileidy ―asegura con una media sonrisa y vuelve a tomar mi mano pero ahora la lleva a sus labios y besa mis nudillos viéndome a los ojos.
No te rías me digo a mi misma y aprieto los dientes con fuerza.
Mike retira mi mano de sus labios y la coloca a la altura de su pecho mientras con delicadeza la extiende con ayuda de sus dedos y coloca la palma de su mano contra la mía.
No sonrías me ordeno de nuevo y logro mantenerme seria.
Entrelaza sus dedos con los míos y me regala una sonrisa dulce. El ruido intenso continúa a nuestro alrededor pero pierdo detalle y me pierdo en la mirada de mi novio. Sonrío.
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Guardiana de Estrellas
Science-Fiction—¿Lo ves? ¡Allá! ¿Acaso no es hermosa? —dije señalando con mi dedo la estrella más brillante de la noche negra. ―Claro que es hermosa, pero se queda corta con tu belleza, mi amor —Respondió el y me colocó un tierno beso en la frente. —Si me lo dices...