Podría recorrerla completa, como si estuviese en total seguridad de que es mía, quererlas por las noches, esas que a pesar de ser frías, son la cercanía plena a ella, puedo embocar toda calidad de aire entre su cuerpo y el mío, que fatalismo de pasión se queda entre esos hilos de sábanas y ese cubre que queda en el piso porque ya no hay espacio en aquella cama.
Podría contemplarla después de todo y más, dejar que su cuerpo descanse, mientras el mío sigue temblando después de tanto goce, el respirar se vuelve cada vez más ligero, puedo acercarme y sentirte mas cercana cada segundo, me tumbo entre el deseo de abrazarte de tantos modos y maneras, mientras tú sigues siendo el mejor descanso de aquellas tantas noches nuestras.
