Me había obstinado a ser irremediable, e inmortal en ésta vida, a amar cada segundo, porque sabria que en cualquier momento llegaria. Debía caminar más por aquel lugar de ensueño, abrazaría cada minuto los tiempos que tenía presente, ahorraría lágrimas derrochando aquel amargo postre de poca esperanza que me quedaba. Pero aún sabiendolo todo, quería seguir, porque tenía ilusiones milenarias que seguian siendo mi mayor anhelo a diario.
Cada dia despertaba asustada, me tocaba el rostro, salía corriendo allá afuera para ver si existía aún, quería tener razón y motivo para comenzar y terminar otro dia más de vida, cada cambio del reloj era una hora más que me absorbía.
Queria retener sonrisas, cautivar tus mejores alegrías, quedarme durmiendo junto a la felicidad plena, quería cogerme en la cara la puta idea de que moriría, sólo no tenía claro cuando sería. Pero aún así sabia que sería, que dejaría los respiros sueltos, la vida a medias, que no volvería a despertar asustada sino mas bien perdida.
Queria dibujar el anexo de tu vida junto a la mía, llevarte a recorrer los lugares más hermosos del mundo, ser descanso en tu descanso, ser futuro, no ser sólo un recuerdo.
Queria seguir siendo el dia a dia, estar momentaneamente, no sólo existir cuando por las noches los dolores se apoderaban de mi desvelo, o cuando lloraba desconsoladamente, cuando ya estaba cansada y el cuerpo no quería más.
Queria ser tu todo, no aquel nada que se vuelve cenizas, tu todo no solo un cuerpo helado, queria ser tu todo no aquel amor que se olvida porque ya ha pasado bastante tiempo. Quería ser simplemente la chica que duraría más vidas, y no sólo unos simples y hermosos meses.Pero la vida es esto, y también arrastra con ello la muerte. Debemos sólo aceptar..