Los caminos más estrechos son los que has dejado de pisar, con huellas que han quedado ausentes en medio de la nada. Dejando vacíos por sobre la realidad que hoy se vive, la que se extraña, la que sigue siendo un estigma. Porque morir cuando hay vida, porque llorar cuando existen sonrisas, porque dejar de estar cuando la presencia es la más hermosa existencia.