Hay ausencias que duelen, otras que simplemente han pasado con el día. Duele no poder hablarte porque el alma está vacía, quedaron atrás tantas huellas y me siento perdida. A si mismo te vas quedando tú, escondida bajo los mantos de tristeza en aquella triste noche, en donde todo lo bello que podría haber sido quererte, hoy simplemente se ha vuelto nada frente al sol. No buscaré sonrisas, donde solo hay lágrimas, sería buscar una aguja en un pajal. Seguiré caminando en contra del viento, aunque este sople fuerte, así más alejada estaré de ti.
Y si algo queda por vivir, búscame cuando la tormenta ya se haya ido. No cuando aun queden trozos de melancolía. Si pierdes es porque tú, acabaste por dejarlo ir.
Los respiros son buenos a veces, solo depende de ti.