Dos semanas después de regresar de su descanso por herida, Anya obtuvo una actualización a sus órdenes en el periódico del día.
"Hola Starlight, espero te encuentres bien. Sylvia, tu Handler, habla. Las noticias de que te volviste la caballera personal de Damian y no de Demetrius tardaron en llegar, además de que venían con la información de que en un mes habrá una fiesta en el palacio a la que serás invitada como escolta de Damian. Debido a esto, los detalles de la operación han cambiado. La fiesta es tu primera oportunidad de matar a Demetrius, algunos de nuestros agentes irán a causar pánico a las 19:00 así que aprovecha para matarlo".
La misión parecía ser sencilla, un asesinato en medio de una fiesta, fiesta a la que iría junto a Damian y tenía suficiente tiempo para prepararse. Aunque, claro, primero tenía que saber cómo se veía Demetrius y asesinar al espía. De este sí sabía cómo era, pues Yor tenía una foto.
"La información de los agentes se filtró solo a una persona. Si son descubiertos, entonces ya sabes quién es el traidor".
Le restó importancia, puso el periódico sobre su mesa y subió a ver al principito. Otro día se preocuparía por esa misión, pues no era como si fuera mañana.
Cuando llegó, el carrito de comida estaba afuera, significaba que aún no se despertaba. Decidió entrar sin tocar la puerta.
—Principitooo, ¿estás despierto?
Vio a Damian recostado tranquilamente en su cama, durmiendo. Anya se acercó sin hacer ruido hasta sentarse al borde de la cama y verlo bien. Por un instante, le pareció adorable verlo dormido. Tenía sus facciones relajadas y babeaba un poco, además de que abrazaba su almohada con ambos brazos.
Pero ya era tarde, Damian tenía algo que hacer ese día, así que tenía que despertarlo, aunque le gustara verlo dormido.
—Principito~ —cantó mientras le pellizcaba levemente las mejillas—. Despierta~
Más Damian no despertó.
—¿Tal vez debería llamarte "Bella Durmiente"?
—¡¿A quién llamas bella durmiente?!
Anya no pudo evitar contener su risa al ver el motivo tan absurdo por el que Damian despertó abruptamente, hasta se sentó en la cama aún con la almohada entre sus brazos.
—Ah, solo eres tú.
"Se ve tan linda cuando se ríe...".
—Buenos días, principito.
—Buenos... —En ese momento, Damian al fin logró procesar lo que estaba pasando—. ¿A-Anya?
Estaba él en su pijama de osito abrazando una almohada mientras Anya se reía de él.
—Te esperaré afuera junto a tu desayuno.
Anya no necesitó decir más para saber que Damian había quedado perplejo. Podía escuchar que tenía pánico mental, pues ella lo había despertado y lo había visto babear, alegando que "ni siquiera su madre lo vio así".
Treinta minutos después, Damian terminó su desayuno. Estaba arreglado, ahora sí con la apariencia digna de un príncipe, no con...
—Heh, la pijama de osito te quedaba bien, principito.
—¿Puedes olvidar que viste eso?
—No.
Damian suspiró. Si algo había aprendido en el poco tiempo que llevaba con ella era que no cambiaba de opinión fácilmente.
—¿Qué hay que hacer hoy?
Ya se había acostumbrado a que Anya manejara su horario, al menos lo importante.
—Su alteza Demetrius te citó a las 9 en su oficina, principito.
—Genial, ¿qué hora es?
Damian odiaba ir a hablar con su hermano, pero él era el príncipe heredero. Si le ordenaba algo, tenía que cumplir sin quejarse.
—Las 8:53.
—Entonces vamos.
La oficina de Demetrius estaba dentro del palacio principal. Era gracioso pensar que él sí tenía una oficina aparte de la habitación, pues la habitación de Damian había sido movida a la torre sur que nadie visitaba al día siguiente que Demetrius consiguió su oficina. También sabía que tenía más obligaciones y eso no era algo que envidiara de él.
Cinco minutos después, Damian estaba dentro de la oficina de su hermano.
—¿Me llamaste, Demetrius?
Anya estaba parada detrás de él, haciendo una reverencia, mirando el suelo. Se centraba más en escuchar los pensamientos del príncipe heredero.
"Así que esa es la escolta... parece linda, pero no fuerte, perfecta para el patético Damian".
Anya se enojó en demasía al escuchar eso.
—Si te digo que estés aquí a una hora es para que vengas diez minutos antes, no justo a tiempo.
¿Diez minutos antes? Si quería a las 8:50 le pudo haber dicho. Demestúpido le hacía honor a su nombre.
—Perdóname, tuve un contratiempo.
Si a contratiempo le llama quedarse dormido y tardar media hora en arreglarse...
—Espero no se repita. —Anya escuchó unos papeles, más no sabía qué eran—. Tengo una misión para ti, Damian, una misión para que dejes de ser un idiota olvidado.
Le parecía curioso que se dirigiera a su hermano menor con tanto desdén. No sabía si era por egocentrismo o porque creía que Damian no valía el esfuerzo.
—¿De qué se trata?
Más a Damian parecía no importarle, casi como si estuviera acostumbrado.
—Ve a los pueblos lejanos y regala víveres, prepara alimentos a los pobres, qué se yo. Solo quiero que, para el día de mi coronación, ya no seas "el príncipe olvidado", hasta "el príncipe idiota" queda mejor.
Anya se enojó al escuchar eso, se dio cuenta que Damian también, pero ninguno de los dos lo demostró.
—Y regresa para dentro de un mes, tendremos un banquete para celebrar la llegada del invierno.
—Lo haré, Demetrius. Si no hay nada más que hacer, me retiro.
No escuchó respuesta, no hubo respuesta; en su lugar, se escucharon los pasos de Damian. Damian, quien tomó la mano de Anya para salir del lugar. Ella no levantó la cabeza ni abrió los ojos en toda la conversación por el simple hecho de que Demetrius no le dijeron que lo hiciera.
Cuando salieron de la habitación, Damian suspiró. Anya lo notó más relajado, como si estar en ese lugar lo pusiera tenso, muy tenso.
—Anya, quieres...
"¿Quieres acompañarme a cumplir la petición de mi hermano?".
Anya, quien sabía que a Damian se le dificultaba ser honesto con sus deseos, sonrió.
—Claro que iré contigo.
Irse a un recorrido de un mes significaba estar lejos de su objetivo, pero Sylvia se lo dijo bien: su primera oportunidad sería en el banquete, por lo que no había nada que pudiera hacer hasta entonces. Además de eso, pudo ver un poco el rostro de Demetrius cuando salía, por lo que logró lo que quería ese día.
Hasta el banquete no tendría nada que hacer en el palacio, por lo que solo podía seguir con su trabajo actual: ser la caballera personal de Damian.
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Operación Némesis
Fanfic★ DAMIANYA AU ★ Némesis (mitología griega) - diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza, el equilibrio y la fortuna. Pero a Anya no le importó ninguno más que "venganza" a la hora de darle nombre a la operación que le asignaron. S...