Operación Némesis

XXV 🎀 Destino Final

—¡Espera!

Gritó lo más alto que pudo mientras perseguía a toda velocidad a Fiona en caso de que alguien la estuviera escuchando. Pese a que había un diluvio afuera que opacaba la mayoría de los sonidos, uno nunca sabía hasta dónde llegaría el eco de los pasillos del palacio.

La persiguió hasta que Fiona llegó a un callejón sin salida, justo como su plan dictaba. Nightfall, quien usaba su traje normal y no ropa negra como todos los agentes del patio, se giró a ver a Anya.

—¿Dónde está Demetrius?

—¿Para qué lo buscas?

Sabía que Demetrius estaba cerca de ahí. Le dijo a Fiona que hablara más alto para que la escuchara mejor.

—No importa.

Nightfall corrió hacia la puerta más cercana y la tiró de una patada.

—Si no me vas a decir, abriré todas las puertas del palacio.

Al ver que no había nadie ahí, se dirigió a la siguiente puerta, más Anya la interceptó antes.

—No te dejaré.

Nightfall sacó unas dagas que usó para atacar a Anya, quien rápidamente sacó su espada para defenderse. Empujó a Fiona para devolverle el ataque, lo que hizo que ella retrocediera unos pasos. En la habitación que estaba justo detrás de Anya era donde escondió a Demetrius. Ella lo sabía, Nightfall también. Sabían bien que él pudo haberlas escuchado y que él no se aventaría desde un tercer piso por la ventana.

Todo iba de acuerdo con el plan.

Viendo que no hubiera personas a su alrededor que la pudieran ver, Anya le guiñó el ojo a Fiona. Era su señal, la señal que ella le había dado para una sola cosa.

Arremeterse hacia ella con toda la fuerza que tenía para tumbar la puerta que tenían atrás. Y lo hizo, fue con tanta fuerza que Anya sintió cómo su espalda rompía la puerta en dos después de tumbarla.

—¡Gah...!

Escupió un poco de sangre cuando finalmente se detuvo, justo después de chocar con la cama. Al menos fue contra algo suave y no otro mueble, o eso hubiera sido fatal para el bebé.

Aunque no es como si todo lo que llevaba haciendo no lo fuera...

—Lo voy a encontrar y lo voy a matar.

Anya se levantó y se limpió los restos de la sangre de la boca antes de responderle.

—Sobre mi cadáver.

Sabía que Demetrius estaba ahí, escondido en un armario vacío que estaba cerca de la entrada. Lo podía sentir, podía escuchar su acelerada respiración en medio de esa tormenta.

Todo iba de acuerdo con el plan...

El siguiente paso se suscitaría en unos minutos gracias a la ayuda de Yor.

Hasta entonces, no debía haber interrupciones en su combate. Demetrius debía creer que ellas dos realmente luchaban a muerte y que Fiona no sabía de su presencia en esa habitación.

Aunque no sabía si sobreviviría esa parte...

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En cuanto escuchó el disparo de una pistola, Yuri fue lo más rápido que pudo a donde creyó se originó el sonido. No había manera que eso fuera un accidente, a ninguno de los caballeros se le dio una pistola.

Por eso corrió apresuradamente hacia allá, pero, en el camino, se encontró una figura femenina caminando por los pasillos del palacio. Decidió seguirla en silencio para ver a dónde se dirigía, ignorando los sonidos de la lluvia que apenas empezaba. No recordaba que una mujer fuera asignada dentro del palacio a vigilar los pasillos.