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Esa noche los chicos duermen en la sala de espera menos Harry y Edward por si Anne necesita algo.

El único que está despierto en la sala de espera es Louis. Está sentado en el suelo al lado de la puerta de la habitación de su suegra. Se queda mirando a un punto fijo en el suelo, pensando. Piensa que durante algunos años sentía que la mafia era más importante que el amor, que el amor en las mafias nunca funciona. Siempre ha visto cómo sus padres se aman, sabe que Jay y Mark siempre han vivido en una mafia y que su matrimonio fue arreglado pero a pocos años de contraer matrimonio les costó admitir que eran destinados.

El ojiazul siempre pensó que este mundo funciona así: matrimonios arreglados y tener omegas por todos lados para disfrutarlas.

Pero ese pensamiento se le fue cuando conoció a Harry a los 18 en ese bar morivundo. No entendió qué hacía ese omega tan hermoso en ese bar donde los omegas son carne fresca para los alfas. Sintió a su lobo despertarse, pidiéndole de que le saque de ese lugar y protegerlo de todos los alfas. Recuerda como no le quitaba la mirada de encima, Harry no se daba cuenta ya que estaba muy concentrado en atender a todos los clientes.

El rizado estaba limpiando una mesa cuando un alfa mayor se acercó a donde él con otras intenciones. Louis en ese instante sintió como su alfa quería gruñir o matar a ese pobre hombre. Lo único que hizo fue quitarle ese hombre de encima y protegerlo, se puso delante de Harry cubriendo con la espalda cubriendo todo el cuerpo tembloroso del rizado.

Discutió con el hombre, solamente llegó a sacar los colmillos. Su lobo casi toma el control pero su lado humano le hizo controlar diciendo que iba a asustar al rizado. Después de que el hombre se fuera Harry le agradeció en voz baja y se fue. Le dejó solo a Louis en el bar. Desde entonces no supo nada, hasta que un día, Edward le vino diciendo que el omega que compró era su gemelo.

Ahora entiende de que se enamoró de ese rizado de 16 años en ese bar, en la noche. Ahora se da cuenta que el amor es importante al igual que la mafia.

La puerta se abrió y Harry hizo acto de presencia. Enamorando más al ojiazul. Los dos se sonríen y Harry se sienta entre las piernas del alfa. Louis lo único que hace es abrazarlo.

-¿Qué haces despierto?-Le susurra Louis.

-No podía dormir. Te sentía un poco pensativo.-Le responde el rizado al igual que el castaño en un susurro.

-¿Me sentías?

-Si, un poco. El lazo se está formando Louis. Al ser destinados se va formando sin una mordida.

-Y la mordida lo único que hace es fortalecerlo más.

-Si.

-Entonces te podré ir sintiéndote poco a poco todo lo que sientes.-Dice en un susurro emocionado Louis, no quieren despertar a nadie.

-Si, yo también te iré sintiendo.

-Hazza tienes que volver dentro y dormir.

-No puedo dormir.

-No puedes dormir aquí amor, te despertarás adolorido.

-Tu también brillito.

-Venga entra a la habitación junto con tu madre y hermano.

-Ven conmigo.

-Harry.

-Solamente me acompañas, me arropas y sales.

-Vale.

Louis hace lo que le ha pedido el rizado menor. Pero se queda acariciando los rizos para que Harry se duerma más rápido. No sabe porque pero su lobo le pide que le cuide y le proteja esta noche. Harry está medio dormido y puede verle a Louis que sigue a su lado. Con una mirada el ojiazul ya sabe lo que le quiere preguntar.

MAFIA SMILEY XX || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora