MAFIA SMILEY XX || Larry Stylinson

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Al día siguiente la mansión Smiley tiene una visita y una gran sorpresa para Louis. Todos en la mansión se encuentran dormidos ya que es sábado y no trabajan. Para los padres y hermanas de Louis no es una sorpresa encontrarlo dormido, pero si que es una sorpresa encontrarlo dormido con un omega a su lado. Su madre cierra la puerta sin despertar a los dos chicos.

Baja al comedor y habla con algunas empleadas preguntando por el omega rizado. Todos le dicen que Louis lo ha comprado porque uno tenía una deuda con la mafia y que no tenía dinero para pagarlo y que vendió a su hijo omega. La mujer se pone un poco triste por las familias que no admiten a sus hijos omegas varones. Jay se asusta un poco al ver a una mujer sentada en el jardín y sin pensar dos veces se acerca a dónde ella. Su rostro se le hace conocido.

-¿Anne?

-¿Jay?

-¿Qué haces aquí?

-Ahora vivo aquí.

-¿Cómo es eso?

-Pues tu hijo ha comprado a mi hijo.

-¿Es el omega de pelo rizado?

-Si, ¿le has conocido?

-Le he visto dormir en la habitación de mi hijo. ¿Qué sabes?

-¿Puede que estén juntos?

-Tú sabes algo que yo no sepa. Anne Selley dime.

-Están juntos, nuestro deseo de niñas y adolescente se ha hecho realidad. ¿Qué haces tú en la mafia?

-Anne... Yo en si soy una mafiosa, iba a clase porque lo necesitaba, mi padre encontró a Mark y me obligo a casarme con él.

-No lo sabía.

-Yo amo a Mark. Me enamoré poco después de casarnos pero siempre negaba que era mi destinado.

-¿Por qué nunca me lo contaste?

-Porque sabía que te iba a asustar y no me volverías a hablar.

-Jay... Sabes que no te iba a dejar de hablar.

-Anne no soy tonta, sé que las mafias dan miedo.

-Si, somos mejores amigas me podrías contar y tal vez quería vivir junto a ti esta vida y salir del infierno de mi matrimonio.

-No digas eso.

-Des llega borracho y drogado. Desde siempre los chicos se dieron cuenta. Al principio eran palabras hirientes en nuestra habitación lejos de los niños. Cuando los niños ya tenían unos 8-10 años empezó a gritarme en la cocina.

-¿Los niños?

-Al escuchar los gritos se acercaban pero siempre les decíamos que estaba enfadado por cosas del trabajo y se iban de nuevo a la sala o a la habitación. Hace dos años empezó a utilizar su voz alfa y obviamente Harry no podía hacer nada Edward aún se asustaba por el alfa de su padre. Esos gritos se han convertido en golpes, los chicos no podían hacer nada, Harry se asustaba mucho y Edward le consolaba.

-Dios, ¿por qué no me llamaste?

-No tengo tu número Jay, recuerda que te desapareciste de la noche a la mañana.

-Cierto, me tenía que haber dado cuenta de que no estabas pasando una de tus mejores momentos y no hice nada.

-No digas tonterías Jay, tú no sabías nada. No tienes la culpa y la mafia es más importante.

-No es importante.

-En esa época para ti lo era, porque ibas a heredar lo que construyó tu padre ¿no?