Capítulo 16 Jack.

53 25 2
                                    

🌷🌷🌷

—Todo aclarado Señora Santorinni —le digo Milagro Santorinni Abogada Civil.

—Si Señor Cavendish, gracias por su asesoramiento —me agradece y sale de mi oficina.

Milagro Santorinni es una mujer menuda de treinta y siete años y es mi segunda Aboga Civil, ella se encarga mayormente de casos para contrataciones por herencias, y hoy la estaba asesorando por el caso de herencia de la familia croata Zamjanovic.

Me froto las cienes por el dolor punzante de cabeza que tengo desde que Salí del almuerzo con mi familia, el interrogatorio fue bastante tranquilo la verdad, (y eso me sorprende conociendo como es mi familia, pero aplaudo mi suerte porque no han preguntado nada sobre Laura), me propongo a seguir con mis asuntos de trabajo y así poder desviar mi mente a otra cosa.

—Señor Cavendish, los Abogados, Walker, Thompson y Bennet, desean verlo —me anuncia Stacy por el teléfono que nos comunica.

Suspiro para no estallar por el estrés que estos me van a producir y miro la hora ocho y veintitrés minutos de la noche.

—Hágalos pasar —le informo.

Los tres se sientan en las sillas frente a mi escritorio y tienen cara de pocos amigos.

—¿Qué sean las damiselas?— me burlo sin quitar la mirada de IPad.

—¿Qué le has hecho a Laura?—suelta a decir Jacob.

—¿De que estas hablando?, sabes que no la he visto hoy—increpo colérico.

—Jack te conocemos, ¿Qué has hecho? —dice Thomas con su aire de tranquilidad que lo caracteriza.

—No me digas—digo con ironía.

—¡Joder!, solo habla ya, porque Tayler ha llamado a Jacob preocupado por ella, porque después de ver su estúpido detallito de infantes en su oficina se fue y no saben nada de ella—me informa Charlie con rabia.

—Y no solo en su Oficina—digo con malicia ignorando lo que ha dicho.

—Definitivamente estas desquiciado—responde Charlie.

—¿Qué?, no me digas que estas celoso porque me la he follado, dos veces, por cierto—aclaro con soberbia—. Y tú te has quedado con las ganas—le digo con frialdad apoyando los codos en el escritorio.

—¡PERO QUE MIERDA DICES!—vocifera levantándose viniéndose hacia a mí.

Thomas y Jacob se apresuran agárralo.

—Déjenlo, que se atreva a ponerme una mano encima, el quedara peor que yo se los aseguro—increpo levantándome y abriendo los brazos.

—¡Cállate Jack!—me ordena Jacob.

Me rio con ironía y Charlie se suelta de los chicos.

—¡Déjenme!—les ordena a los chicos—. Me iré, y no porque te tenga miedo sino porque no vales la pena—me dice acomodándose su traje azul de rayas diplomáticas y Jacob sale detrás de él.

—Eso no era lo que me decía Laura cuando me la follé, ¿y ya dije que fueron dos veces?—respondo con sarcasmo.

—Jack no te voy a dar una catedra de como compórtate, ya estás bien grande para eso, pero si tienes moral de caballero ve a solucionar toda esta mierda, en la que tú tte has metido solo, y estas arrastrando a una chica que no se merece ese trato tan soez de tu parte, porque si no la hubieras llevado de manos a su apartamento nada de esto estuviera pasando y cada quien seguiría con su vida como si nada—me expone Thomas serio.

Ley Promiscua - Donde los pactos y el Placer son normas en el Tribunal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora