Ley Promiscua - Donde los pactos y el Placer son normas en el Tribunal.

Capítulo 8 Laura.

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«Sé que no es una muy buena idea, pero no quiero quitarle la perversidad placentera a este juego, al final de cuentas, ¿para eso se hizo no?, pienso».

—Thomas te escojo a ti —le hago saber y este levanta las manos entusiasmado.

—¿Qué deseas de mí? —suelta sin rodeos y me impresiona.

—¿Verdad o Reto? —le pregunto.

—Reto—Afirma el.

—Quiero que beses a Tatiana y luego a mí —le planto sin miedo.

—¡Joder!, tienes agallas señorita —dice al momento que le introduce a la lengua a Tati.

—¡Aaaaaaah es mi Guerrera! —suelta Tayler emocionado y un poco alterado por el alcohol que corre por sus venas.

Los demás aplauden, «¿pero adivinen quien no?, exacto, todos menos Jack el señor Monopoly, no sé porque algo me dice que este lugar es de él, así que el nombre le queda perfecto».

Thomas termina de besar a Tati y se viene hacia a mí, miro a mi alrededor y todos están pasándola bien, así que opto por hacer lo mismo agarrándolo por la cintura, metiendo mis manos bajo su bléiser azul y aspirando su perfume varonil.

Él pega contra mi abdomen haciendo del momento algo más íntimo y peligroso a pesar de que solo es un simple beso, siento su cuerpo grande, firmemente definido acaparándome, posa sus manos fuertes en mi cuello y nuestras miradas se consiguen pidiendo solo una cosa, algo raudo lleno de placer y complicidad para nada mas probarnos y listo.

Me planta el beso cargado de impaciencia y deseo carnal, le devuelvo el gesto metiendo mi lengua hasta su garganta pudiendo degustar el sabor del tequila en su boca, nos separamos con nuestra respiración un poco fuerte y nuestro público nos aplaude, «lo peor que esta vez incluye a Jack», haciéndonos saber que fue una escena digna de ver.

—Te toca a ti —le comento para que el momento no sea tan raro de cómo se va tornando.

—Así es, y te escojo a ti Angelina, no perdamos tiempo —dice él.

—Exacto no perdamos el tiempo —responde ella ansiosa.

—¿Verdad o reto? —le pregunta.

—Verdad —escoge ella.

—¿Has hecho un trio? —le suelta este.

Ella se sirve una copa y se toma de un trago el tequila haciéndonos entender que, si lo ha hecho, aplaudimos y comenzamos a bailar, el ambiento se tensa caluroso, las luces del lugar son aún más tenues, cortando el campo de visión de muchos incluyéndome, el deseo de sexo de una noche de unos cuantos se puede sentir en el aire.

Sigo moviendo mis caderas juntamente con las de Charlie que puedo decir que sabe lo que hace, «pensándolo bien, este hombre no está para nada mal, si surge algo más después de esto quien soy para detenerlo», el Dj cambia el ritmo de la música a algo más sensual cargando de deseo aún más el lugar.

Poco a poco acerco más mi trasero a su pelvis para que pueda rozar suavemente su bragueta y aproximar el momento del pacto sexual que tanto estamos esperando, el hace lo mismo buscando no dejar ni un solo espacio entre mis glúteos junto con su entrepierna que se hace notar clavándose en una de mis nalgas.

Seguimos con el frote de nuestros cuerpos hasta que puedo sentir como alguien me vigila, busco la mirada de la persona y para mi sorpresa es Jack sentado en uno de los sofás blancos con un vaso lleno hasta la mitad de un líquido marrón que intuyo es Whisky.