Ley Promiscua - Donde los pactos y el Placer son normas en el Tribunal.

Capítulo 6. Listas para la fiesta.

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Quiero ir avisarles a las chicas, pero es que ya estoy en la bañera y si salgo eso implica mucho, no quiero, tengo pereza lo aceptó, «luego pienso, pero para qué salir si existen las llamadas por internet», ¡Gracias tecnología!, digo mientras marcó la opción de video llamada para Alana y agregó Tati, las dos contestan al segundo pitido.

—¿Qué pasa?, ¿quieres que te vaya a enjabonar? —me pregunta Alana y yo le saco la lengua.

—No, ella quiere que la desvista—dice Tati a carcajadas.

—Ninguna de las dos tontas, las llamo para decirles que Tayler consiguió meternos al Monopoly.

—Aaaaaaah—grita Alana saltando y moviendo el celular.

—Hoy si me voy desatar como Dios manda—comenta Tatiana en un tono sensual agarrándose el cabello.

—Si tenemos que aprovechar, ya que el lunes toca trabajar duro, así que hagamos valer esta noche—les digo.

—Se me olvidaba chicas—las dos escuchan atentas—. Jacob, el chico que nos ayudó a entrar al club el cual es amigo de Tayler, también llevará unos amigos así que debemos comportarnos bien ok.

—Yo siempre lo hago, eso díselo a doña loca que siempre anda desatada—dice Tati culpando a Alana.

—Tu cállate Troncha toro, con tu cara de amargada de seguro los espantaras—le ordena y se burla Alana.

—¿Qué haré con ustedes?, mejor cállense, compórtense y todo saldrá bien—digo ladeando la cabeza por cómo se comportan.

Ellas terminan aceptando, luego dejó el celular a la orilla de la bañera y me sumerjo en el agua.

***

Después de un rato tocan mi puerta y entran las chicas, están preciosas le digo ambas.

—Gracias, tú también te ves esplendida, y los chicos ya están subiendo en el ascensor —me comunica Tatiana.

—Yo siempre estoy bella, aunque hoy más con este vestido —dice Alana dando una vuelta.

Salimos para recibir a los chicos en la sala, Alana abre la puerta y entran los tres luciendo muy guapos, Carla trae puesto un vestido negro con brillos de noche, escotado en la parte de adelante como en la parte de la espalda, la hace lucir muy sexy, Tayler con atuendo elegante, pero informar a la vez, de pantalones negros, suerte del mismo color y un abrigo largo, y Julián viste parecido, pero con una suerte de cuello largo.

—Están todas preciosísimas —nos halaga Carla abrazando a Alana.

—¿No quieren ser mis amantes las tres hoy?, les aseguro que no se arrepentirán —dice Tayler dando una vuelta con mucho estilo.

—Ya quisieras, claro que seríamos una excelente compañía —dice Tatiana caminando muy sexy.

—Claro que serían una exquisita compañía, solo mira esta preciosura —dice Julián agarrándome la mano haciendo que dé una vuelta.

—Jamás sería una mala compañía para nadie —replicó con un poco de soberbia y haciendo un gesto sexy con los labios.

—Lo sé, por eso debemos irnos, tengo una reservación en el Jungle London, y tengo un hambre de locos así que no me atreveré a perderla, ahora vamos —ordena Tayler haciendo un gesto de reloj con la mano ordenandos a salir.

Las chicas y yo nos percatamos de que todo esté en orden antes de salir, busco a Coco que está dormido en el sofá de la sala, le planto un beso en su cabecita y me dirijo a la entrada.

—Todo en perfecto orden —dice Tati.

Salimos, cerramos y nos aproximamos al ascensor, se hace el llamado de este y luego subimos, mientras descendemos a planta baja, Alana saca su teléfono y dice foto, todos posamos frente al espejo largo que tiene el ascensor, nos tomamos unas cuantas selfis y luego Julián le pregunta Tayler como hizo para poder conseguir que entráramos al Monopoly en solo horas, esa pregunta me toma un poco de sorpresa pero lo disimulo, por lo del tal Jacob y además que ellos son mejores amigos y nunca hay secretos entre ellos, pero bueno, luego pienso en lo que paso con Tatiana y Julián y de cómo no se le he contado Alana y un sentimiento de culpa me invade, no puedo juzgarlo si yo misma hago lo mismo.

—Cariño porque tanta importancia en saber, ¿celoso? —le dice Tayler en respuesta.

—Claro que sí, quiero saber quién es tan afortunado de tener a mi mejor amigo, que hace que me oculte cosas—le dice Julián y le pega con el puño en el hombro.

—Si hermano, dinos quién es, porque tiene que ser alguien muy bueno—puntualiza Carla señalándole con el dedo.

Llegamos a planta baja y me dirijo a recepción, saludo Amelia que es la encargada y le informo que llegaremos tarde, talvez mañana y que, si viene la señora Sara Williston la deje subir, ella es mi ama de llaves desde hace dos años, ella asiente y salimos.

El viento frío me pega en la cara y el olor marino del agua del muelle donde están muchos botes atracados me atrapa, seguimos caminando y dice Tayler.

—Bueno ya que están tan urgidos de saber cómo hice para que pudiéramos entrar les contare—suspira—. Hace tiempo conocí en una fiesta a un chico de Chelsea que se llama Jacob, nos enrollamos y pensé que sería algo de una sola noche, pero no fue así, un día me envió para salir y pues lo demás es historia.

—¿Ese era todo el misterio? —intervine Alana.

«Ella nunca da treguas, pienso»

—Les quería decir, pero quería esperar más tiempo para saber si era algo que iba a durar o solo era otro rollo más —nos miramos y continúa hablando Tayler—. Pero ya llevamos unos meses y se los quería presentar, entonces me acordé que hace unos días él me invitó para el Club y da la casualidad que era hoy, y como no sabían para dónde ir, se me ocurrió que podían ir conmigo y así matamos dos pájaros de un solo tiro.

Todos lo miramos sorprendidos, pues él no es de relaciones serias, «pero bueno a cada quien le llega su ahora, pienso».

—Felicidades hermano, sabes que te apoyo en todo, pero para la próxima no me ocultes nada, y bueno si tiene membresía para el Monopoly yo lo acepto —le dice Julián abrazándolo.

—Te lo tenías bien guardadito guapo, me alegro por ti, si te quiere y te hace bien yo también lo acepto —lo apoya Alana.

—Concuerdo con ella hermano, todo lo que te haga feliz a ti, me hace feliz a mí, ya quiero conocerlo —le expresa emocionada Carla.

—Si todo está bien con él, conmigo igual —le dice Tati dándole un beso en las mejillas.

—Ahora si perdí a mi compañero de pedicure, sabes que te amo, estoy muy feliz por ti—lo abrazo.

—Gracias a todos, los amos, son solo mejores, y Lau no perdiste a tu compañero de Spa, ahora tienes dos—Anuncia Tayler.

Así es, decimos todos, nos apresuramos a montamos en el coche repitiendo la secuencia pasada y nos adentramos en las calles de Paddington para llegar a Londres donde está el restaurante Jungle.

—Coloca algo de música—pide Tatiana.

—Alguien hoy está muy animada—dice Tayler encendiendo la radio y comienza a sonar.

Give me Everything de Pitbull ft Ne-Yo,

Tonight I want all of you tonight

Give me everything tonight

For all we know, we might not get tomorrow

Todos comenzamos a entonar la canción y nos movemos al ritmo de ella, transcurre el tiempo y llegamos al frente del restaurant, detallo el lugar, tiene grandes ventanales que dan vista a la calle, unas enormes letras que dice Jungle en tono negro y como decoración de la entrada varias hermosas plantas que le dan un aire fresco y selvático, nos detenemos y Tayler nos abre la puerta.

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