•❅───✧❅ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 10 ❅✧───❅•

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꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂








Cruzaron miradas en cuanto la castaña se levantó de su asiento para su revisión, el chico pronto agachó la cabeza avergonzado y no tardó en ponerse igual que un tomate, a la castaña le pareció un poco gracioso y tierno la forma en cómo el chico se había avergonzado, por ese simple acto supo que no era igual que los demás chicos y le gustaría ser su amiga aunque el rechazo aún sigue presente y es la razón del porque no se anima a acercarse a él para hablarle, sólo unas simples miradas son lo que puede hacer

Entraron al consultorio y se sentaron en las sillas a esperar al doctor, la castaña miró el nuevo nombre que había en la placa del escritorio, el nombre de Augusto Asui fue reemplazado por Mirio Togata, en gran parte le agradaba saber que aquel anciano ya no sería quien la estuviera revisando sino alguien más, pero ¿Cómo podría ser?, ¿Igual de amargado que Asui?, Dios Togata podría ser igual que el anciano Asui, y no quería volver a tener que lidiar con un anciano tan amargado como Asui, asume que su amargura se debe a qué su esposa lo dejo

Quizás sea que así es por naturaleza pero era más amargado que el mismísimo café. La puerta se abrió y una voz varonil la hizo darse vuelta para ver a la persona que había ingresado al consultorio, ahí miró a un chico alto, rubio que llevaba una bata blanca, pronto supo que aquel joven era el nuevo doctor, pues en la bata se podía ver una pequeña placa que tenía escrito el mismo nombre que la placa que estaba sobre el escritorio, sus mejillas se pusieron rojas en cuanto Mirio y ella cruzaron miradas, y la sonrisa que le dedicó la hizo agachar la cabeza totalmente sonrojada

La voz de su madre resonó por el consultorio presentándose amablemente a lo que Mirio la imitó, su madre le dió un codazo para que pudiera presentarse y ella sólo levanto la cabeza lentamente diciendo su nombre con una voz casi audible, pero Mirio si alcanzó a escucharla pues al estar todo en silencio en esa habitación se podría escuchar hasta el zumbido de un mosquito, él le dedico una sonrisa acercándose a ella para comenzar con la revisión, se agachó hasta estar a su altura y el corazón de la castaña se aceleró enseguida

Apartó la mirada de él mirando la pared blanca dejando que él checara su corazón, Mirio es tan diferente a como se lo llegó a imaginar, no es amargado y le agrada un poco que no sea como el anciano Asui, es joven y guapo, aunque posiblemente su personalidad sea diferente a como lo está pensando, y la verdad era que Mirio sí era distinto a como ella lo estaba pensando, era más agradable de lo que se imagina, y Mirio sólo lo demuestra con las personas que le agradan, con las personas que acaba de conocer trata de ser buena persona y si no le cae bien simplemente es diferente a como sus amigos lo conocen

Terminó con la revisión de la castaña y se dirigió a su silla para anotar algo en una hojita que se la daría a la madre de la castaña junto a unos medicamentos, pues esos latidos del corazón no le había gustado mucho, aunque nunca se imagino que aquello podía ser por su cercanía a la castaña, si lo hubiera sabido no hubiera necesidad de recetarle algún medicamento, nunca lo pensó por ser la primera chica que no lo veía de más aunque estuviera interesada en él, no le pregunto su número de teléfono ni siquiera le pregunto su nombre, aunque eso estaba de sobra

—Si se siente mal puede traerla enseguida, yo la atenderé

—Gracias doctor —dijo su madre levantándose de su asiento —Es usted muy amable

—Nombre, no hay de que —sonrió y miro a la castaña —Espero volver a verte

La castaña lo miró con los ojos abiertos para después mirar el suelo y hacer una reverencia, su madre rió nerviosa y se disculpó con Mirio por ver qué su hija ni siquiera le había respondido a Mirio, aunque al rubio no le importó mucho, incluso le había agradado aquello.

𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora