𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾

•❅───✧❅ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 15 ❅✧───❅•

꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂

Cerró sus ojos con fuerza estando arrecostada en la cama tratando de tomar aire lo más que podía, pero por más que se esforzará no podía conseguir el aire suficiente para que entrara a sus pulmones, cada vez más se le estaba dificultando para respirar, no podía ni siquiera gritar para que fueran a su auxilio, y por más que había buscado su inhalador no logro encontrarlo, ¡¿En dónde rayos lo dejó?!, Nunca se había separado de esa cosa y ahora no sabía en dónde podría estar, sus lágrimas estaban empapando sus mejillas por el miedo que tenía al no poder respirar

¿Ese sería su fin?, ¿Se iría sin haber sido feliz en su vida?, ¿Sin haber sabido lo que era tener amigas?, ¿Sin saber que era haber sido amada?, Al parecer ese sería su última noche en la que podría estar existiendo, pues ni siquiera el aire del ventilador podía ayudarle, su voz no era tan alta como para ser escuchada y su corazón iba demasiado rápido, poco a poco su respiración se fue haciendo menos, y el miedo la seguía consumiendo cada vez más, observó la fotografía que tenía en su mesita de noche y sonrió levemente, ya no vería más a sus papás y todo en su vida había terminado

Isabella se levantó por un vaso de agua y al pasar por la habitación de la castaña se quedó observando la luz encendida, ¿Aún no duerme?, Estarán por dar las 3 de la madrugada ¿Y ella aún estaba despierta?, ¿Por qué estará despierta tan tarde?, ¿Acaso no ha visto la hora en el reloj?, Negó con la cabeza e ingreso a la habitación, rápido se acercó a su hija al ver la manera en cómo estaba respirando y desesperada llamó a su marido el cual no tardó en llegar a la habitación de su hija, no le importó que estuviera en pijama y la tomó en brazos para llevarla hasta el auto

Subieron a este y rápido se dirigieron al hospital, Isabella acariciaba el pelo de su hija pidiéndole que no cerrará los ojos y que aguantará un poco más, Dios, ¿Desde a que hora habrá estado así?, Y ella sin darse cuenta de lo que le estaba pasando, Dios, ¿Por qué no grito en cuanto comenzó a sentirse mal?, Así la hubieran llevado rápido al hospital y ahora no estaría por morir, las lágrimas de Isabella fueron mojando el rostro de su hija la cual ya ni siquiera estaba consiente de lo que sucedía

—¡Más rápido Ian!, ¡_______ está mal!

—¡Voy lo más rápido que puedo mujer, cálmate!

—¡¿Cómo me pides que me calme si mi niña se está muriendo?!, Dios mío —le dió un abrazo derrumbándose al ver a su hija de ese modo

Ian estacionó el auto en cuanto llegaron al hospital y rápido bajo a la castaña en brazos, entraron al hospital pidiendo ayuda urgentemente, rápido unos enfermeros se llevaron a la castaña en una camilla pidiendo que el doctor Togata la atendiera; por suerte para los señores Haru, Mirio aún no terminaba con su trabajo, le había tocado horas extras por cubrir a un doctor que había tenido problemas familiares y el se ofreció a cubrirlo para que mañana ya no tuviera que asistir al hospital

En cuanto Mirio recibió la orden de atender a la joven Haru corrió hasta la habitación en la que había sido trasladada, ingreso a la habitación y ahí la miro en la camilla siendo conectada a un aparato que pudiera darle oxígeno, no pensó que pudiera volver a verla, le agraba verla una vez más pero no de ese modo, era demasiado bonita y joven como para sufrir de ese modo, por lo que sin dudarlo se propuso a sí mismo estar al pendiente de ella todo el tiempo, cuidaría de ella como si su vida dependiera de ello y con ayuda de unos enfermeros y enfermeras fue reanimando a la castaña

La máquina que indicaba los latidos del corazón de la castaña finalmente volvió a la normalidad y ella podía respirar con tranquilidad, sólo se había quedado dormida y no despertara hasta el día siguiente, el peligro finalmente había pasado, ya no había nada de que preocuparse.