𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾

•❅───✧❅ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 12 ❅✧───❅•

꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂

Su trabajo había sido mejor de lo que llegó a pensar, aunque no entendía el porqué aquella chica no podía salir de su cabeza, solamente era una paciente más, ¿Por qué tomarle importancia?, ¿Será por qué no fue como las chicas de su pueblo?, Quizás sí o quizás no, lo que sabe solamente es que no puede dejar de pensar en esa chica, y se estaba convirtiendo en un gran problema, aunque ella haya estado en su cabeza todo el día, pudo hacer su trabajo bien y los pacientes estaban súper contentos de tener a un nuevo doctor con ellos

No sólo por Mirio, sino que también por Emiliano, ambos eran demasiados buenos, incluso se podría decir que eran más buenos que los demás doctores que estaban desde años en ese hospital, y claro que eso a los demás les molestaba pues apenas y estaban teniendo su primer día y ya estaban siendo alabados por todos los que iban al hospital, y claro que aquello a Mirio y a Emiliano les agradaba, por primera vez desde que llegó a la ciudad, Emiliano se sentía tan feliz de estar ahí e incluso pensó que no era tan malo estar en la ciudad, más no lo admitiría para que Mirio no se burlara de él

Cuando terminó el día ambos salieron del hospital y subieron al auto que Mirio había rentado al menos hasta que pueda comprarse uno, un poco más espacioso y lindo, aquel era gusto de Emiliano, más el no sabía conducir por lo que se lo pidió a Mirio con que se quedará con aquel auto, y Mirio no pudo decirle que no, después de todo se lo estaba debiendo por haberse arriesgado a venir hasta la ciudad y quizás con el auto pueda conformarse, y así era, estaba más que feliz con el auto que aunque no lo estuviera manejando se sentía contento de al menos subir en él y ver la ciudad

Lo extrañará cuando Mirio decida comprarse uno y ese auto ya no le sirva, ojalá y pudiera saber conducir para manejarlo él cuando Mirio ya no lo ocupara, quizás pueda pedirle a Mirio que le enseñe a manejar para así poder manejar él ese auto que le había encantado. Emocionado le preguntó si podía enseñarle a conducir a lo que Mirio sólo asintió diciéndole que lo haría cuando tuvieran tiempo libre, Emiliano borró de a poco su sonrisa sabiendo que por el hospital no tendrían tiempo libre y si es así, ¿Cuando sería ese día?

—Hey, quita esa cara que sí te voy a enseñar, sólo espera que tengamos un día libre y te enseñaré con gusto

—Sí lo sé, pero puede que por el hospital no podamos tener días libres, y yo quiero saber manejar, ¿Es difícil?

—No, es fácil sólo hay que prestar atención a lo que te digo y así aprenderás, la vista siempre en el camino no te distraigas porque podrás chocar

—¿Por eso siempre que conduces miras al frente y ni siquiera me miras? —Mirio asintió

Emiliano pensó en ese momento que Mirio era sin duda un genio, pues podía hacer muchas cosas sin problema, y realmente quisiera ser como él pero lamentablemente no puede hacer todo lo que Mirio hace, a veces tiene envidia de que su amigo sea mejor que él y llega a odiarlo por algunas ocasiones, aunque después lo olvida al ver la buena persona que es con él, no puede odiarlo sabiendo que él realmente lo considera un buen amigo, además de que le enseña algunas cosas que él no entiende y gracias a Mirio es que sabe muchas cosas, sin su ayuda probablemente no estaría en la ciudad trabajando en el hospital

Llegaron al hotel y Mirio estacionó el auto en el estacionamiento del hotel, se dirigieron hasta el ascensor para subir a su departamento, y Emiliano al ver lo cansado que estaba su amigo le dijo que está vez sería él quien cocinará para que Mirio pudiera darse un baño y relajarse un momento, Mirio miró con confusión a su amigo sin entender porque de repente quería hacer las cosas por él, pero no le preguntó nada y aceptó que él hiciera la cena.