•❅───✧❅ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 27 ❅✧───❅•

98 15 0
                                    

꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂








Finalmente su turno había terminado y no tardó en salir del hospital a toda prisa para dirigirse hasta la casa de la castaña, ¿Debía de llevarle algo?, No le gustaría ir hasta su casa con las manos vacías, quizás un ramo de flores puedan ser un buen regalo. Pasó a una florería y compró las flores, ¿Que le diría cuando le diera las flores?, De tan sólo pensarlo lo estaba poniendo nervioso, ¿Desde cuándo no le da flores a una chica?, Se sentía tan extraño haciendo eso, pero eran para su amiga, no tenía nada de malo darle flores a su amiga

¿O sí?, Por supuesto que no, solamente era su amiga y era solamente un regalo de amigos, no es como si al darle las flores fuera a declararse, Dios de tan sólo pensarlo le da unos escalofríos. Llegó a la casa de la castaña y bajo con el ramo de flores, no se sorprendió un poco al ver cómo varias personas de las casas salían para observarlo, no era una especie de cosa rara como para que salieran a verlo, ya estaba acostumbrado a que las personas sean así de chismosas, en su pueblo las personas eran peor que las cámaras de seguridad, siempre atentas a lo que hacían los demás y en pocos segundos el rumor ya andaba por todos lados

Mirio sólo optó por ignorarlas y terminar de subir el último escalón de la casa de la castaña, tocó el timbre y espero a que alguien le abriera, sus mejillas no tardaron en ponerse rojas de la pena al ver quién le había abierto, le hubiera dicho mejor a la castaña que se vieran en el parque para así evitar ese tipo de penas con el señor Haru, le sonrió nerviosamente y lo saludo haciendo una reverencia, mientras que Ian lo saludaba del mismo modo pero confundido por ver al médico de su hija en su casa, no podía ir por una revisión pues las flores que lleva en manos no dan pinta de que vaya a una revisión

—Buenas tardes señor Haru

—Buenas tarde doctor, ¿Que hace por acá?

—Eeh.... Yo.... Venía a... —¿Por qué tartamudea?, Nunca le había pasado —Eeh... ¿Está su hija?

—Sí, ¿Para que desea verla?, Su revisión será hasta el domingo

—Sí lo sé, sólo que... Eeh... La invite a salir yo... Eeh..

—Pase por favor

—Ah, gracias —hizo una reverencia

Mirio entro a la casa sintiendo muchos nervios que estaba seguro que en cualquier momento caería al suelo por tanta pena, por suerte la castaña no tardó en bajar a la sala, Mirio se quedó mirándola como un bobo, se veía tan hermosa que pensaba que ella había sido sacada de un cuento de hadas, ¿Cómo es que alguien puede ser tan perfecto?, Ella sin duda era perfecta y era la única que lograba hacer que el corazón de Mirio comenzará a latir como un loco, todo a su alrededor se detenía y solamente existían ellos dos

Se acercó a ella olvidando que atrás de él estaba el padre de la castaña, le entrego las flores sintiendo sus mejillas más calientes, la castaña las recibió dándole un gracias casi audible pero Mirio logro escucharla, esa sonrisa de nuevo estaba pegada sobre su rostro y nuevamente el pensamiento de que ella se veía hermosa con esa sonrisa invadió su mente, parecía que cada vez que sonreía todo a su alrededor se iluminaba y no sabía la razón pero le gustaba la sensación que le hacía sentir cada vez que ella estaba cerca de él

Ambos salieron de sus pensamientos cuando alguien atrás de ellos se aclaró la garganta llamandon la atención de los dos, Mirio rápido se dió la vuelta mirando al señor Haru cruzado de brazos, el cual ya estaba sospechando que algo estaba pasando ahí; le parecía extraño que su hija y alguien estuvieran diciendo más que mil palabras mirándose a los ojos sin la necesidad de abrir la boca, jamás pensó que algún día pudiera ver a su pequeña así y se sentía molesto además de aterrado por el simple hecho de que alguien pudiera robarse a su pequeña pero sabe que tarde o temprano eso iba a pasar y lo único que puede hacer es estar feliz por ella.

𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora