𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ~ 𝓜𝓲𝓻𝓲𝓸 𝓣𝓸𝓰𝓪𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓾

•❅───✧❅ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 20 ❅✧───❅•

꧁꧅ 𝓗𝓮𝓻𝓶𝓸𝓼𝓪 𝓬𝓸𝓲𝓷𝓬𝓲𝓭𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪 ꧅꧂

Le hubiera gustado quedarse con la castaña por más tiempo pero debía de atender a los demás pacientes, y no tenía de que preocuparse pues ella le había prometido avisarle en dónde estaría, incluso bromeó diciendo que le avisaría hasta cuando fuera al baño, lo que hizo y como salió, a Mirio le dió asco aquello pero también se rió a carcajadas por lo que había dicho, vaya ocurrente que había salido aquella chica, sin duda le había caído más que bien y no veía la hora de acabar con su último paciente para ir con ________

Le daría una última revisada antes de irse, aunque sus cosas siempre se ven interrumpidas por algo, pues no se imaginó que su último paciente fuera a ser su ex novia, ¿Cómo es que puede estar ahí?, La última vez que la vió estuvo por tomar un taxi y dirigirse hasta Brasil, ¿Que es lo que hacía en Tokio?, No puede estar ahí por él pues en ningún momento le dijo que estaría en Tokio, además de que ya no tienen nada y no podría estar ahí por él, Yumi se veía tan cambiada, más delgada, con su cabello largo y un nuevo tatuaje

Yumi en cuanto vió a Mirio ahí se sorprendió y sonrió al encontrarlo ahí, ya no tenía que hacer su viaje hasta el pueblo para verlo, al parecer el destino quería que estuvieran juntos otra vez, a menos así lo pensó Yumi, pero Mirio pensó que el destino quería joderlo por poner en su camino de nuevo a Yumi, ¿Cómo es que pudo enamorarse de esa chica?, No logra entender que fue lo que le vio en el pasado, quizás hayan sido sus largas piernas, sus pechos o su trasero, no lo sabía pero cualquiera de esas cosas podría ser la razón del porque estuvo con ella

Porque está claro que no podría estar con una persona tan presumida, egoísta y celosa, quizás haya sido el buen sexo que tenían en algunas veces lo que lo hizo creer que estuvo enamorado de ella y la razón del porque no podía dejarla, ahora que está lejos de ella lo agradece y se maldice a sí mismo por haber salido con ella, toda una cualquiera resultó ser, y agradecía que en todas esas veces que lo habían hecho haya usado protección, pues tampoco quería ser padre tan joven y ella no era la indicada para él de ser la madre de sus hijos

—¡Mirio! —dijo acercándose a él —Que gusto de verte de nuevo cariño

—Yumi, no pensé encontrarte aquí

—Yo tampoco —rió un poco —Me has ahorrado el viaje hasta el pueblo para verte

—¿Ibas al pueblo a verme? —ella asintió —Oh —no supo que más decir

—Ahora que te he encontrado quisiera hablar contigo

—¿De que?

—De lo que nos pasó, Mirio, haber terminado de ese modo no me gustó, yo aún te sigo amando, regresa conmigo por favor

—Lamento no poder cumplir con eso, pero yo dejé de amarte cuando me enteré de que me engañabas, y si sólo has venido para eso será mejor que te vayas porque estoy trabajando

—Ahs, por eso terminamos, siempre pones primero tu trabajo y a mí me haces de lado, odio que me hagas de lado

—Hmm como sea, tengo cosas que hacer, si vienes a algo pídeselo a Emiliano, él te va a atender

Tomó sus cosas y salió del consultorio escuchando los gritos de Yumi llamándolo, más no volteó a verla, siguió su camino hasta la habitación de la castaña para darle una última revisada y finalmente irse a casa. Entro a la habitación mirando a la chica aún leyendo aquel libro, cerró la puerta detrás de sí y se acercó a dónde estaba la castaña que había dejado de leer el libro para ver a Mirio, cerró el libro y lo dejo sobre la mesa que estaba aún lado suyo, Mirio comenzó con la revisión mirando en algunas ocasiones sus ojos haciendo que la castaña se pusiera colorada

Su corazón parecía un loco palpitando tan fuerte que le era imposible controlarlo, sólo cuando se alejó de ella pudo calmarse y lo hizo pensar el porqué de aquello, más no le tomo importancia y después de decirle que durmiera un poco se fue de ahí para irse al departamento.